No hay dudas: El ramo de flores que lleva la novia en sus manos es tan protagonista del atuendo nupcial, casi como cualquier otra prenda. De hecho, este accesorio hasta tiene un momento especial dentro de la fiesta. Es que "tirar el ramo" sigue siendo -pese al gusto o la resistencia de muchos- uno de los hitos de un casamiento que no ha perdido vigencia a lo largo de los años.

Tan importante es que, según reconoce el experto en decoración de eventos y ramos de novias, Germán Cortéz, se elige en paralelo al diseño del vestido mismo. "El ramo tiene que responder a dos requisitos: la personalidad de la novia y el estilo de la fiesta y el vestido”, lo define quien continúa la tarea que inició su abuela en 1944, en la primer florería de San Juan, un negocio ubicado en las cercanías del cementerio de la Capital.

Claro que bajo estas premisas, hay muchos detalles a tener en cuenta. Especialmente el tipo de flor a elegir. "Las menos recomendadas para los ramos son los jazmínes, las fresias y los narcisos, especialmente en verano sanjuanino, porque no duran mucho tiempo sin estar en contacto con el agua. Las flores se abren y quedan amarronadas con facilidad y eso afea el detalle del ramo. Las más indicadas para los ramos son por supuesto las rosas (en todas sus variedades y versiones), pero además otras de las consideradas "flores finas” como son lirios, astromelias, orquídeas, calas (inclusive en su versión mini, llamada alcatráz), lisianthus y lilium. Los ramos más rústicos pueden combinarse también con san vicentes, anémonas, hasta esterlicia o flores del pájaro, entre otras”, recomienda Germán.

Eso sí, en colores está todo permitido. Desde las más clásicas -la mayoría de las novias sanjuaninas, según la experiencia del dueño de "Flores del Carmen”- que recurren a las flores blancas hasta las más osadas que las piden en combinación con muchos colores o coloraciones que no existen naturalmente pero que sí se consiguen en los invernaderos, luego de un tratamiento de tinturas. Y cuando no se logra, "se hace magia”, dice Germán que ha llegado a pintar flores a manos con tintas naturales para complacer los deseos de las novias.

Actualmente hay estilos muy definidos. Sigue vigente la novia clásica de blanco, pero también aquellas que piden ramos estilos vintage (a base de colores pasteles), rococó (ramo muy recargado) y country utilizando flores silvestres de colores cálidos (ver ejemplos en las fotos que ilustran la nota).

En cuánto a las formas de los ramos, este especialista dice que lo más pedido son los redondos y simétricos. "Ya no se usan más los ramos super alargados, ni tampoco los que llevan una sola flor o una varilla, tampoco el ramo sólo de gypsofhila. Ahora los ramos son elaborados y las novias se permiten combinarlos flores exóticas con otras más sencillas o con hojas verdes de todas las formas y plantas, incluido el helecho. Inclusive se animan a pedir ramos con accesorios como cintas, piedras, telas, que los hacen verdaderas obras de arte. Algunas novias piden agregar el rosario de sus abuelas como detalle tradicional”, dice este experto que recomienda para extender la vida útil del ramo, una vez terminada la fiesta (y si es que no se tira a las invitadas solteras), dejarlo en la heladera por no más de una semana o desecarlo y luego guardarlo en una caja entre telas de seda.