Convocado por una de las flores más bellas e interesantes del mundo, gran cantidad de público pudo presenciar en el auditorio del Teatro del Bicentenario la disertación de Mauro Zuzul, reproductor de rosas. Aún en una época donde ya quedan pocas flores de rosas sanjuaninas, ellas acompañaron el espacio donde él explicó desde cómo hace un rosal, los cuidados, la poda, los insecticidas y las variedades que él trabaja. Zuzul, conocido en casi toda la Argentina, comienza su trabajo a los 17 años en el campo, manejando máquinas agrícolas, oriundo de Colón, provincia de Buenos Aires. Luego entra a trabajar en un campo manejando el jardín y es ahí donde comienza su historia con las rosas y cuenta cómo se hace reproductor: "A la dueña del campo le gustaban las flores, así que comenzamos con el cultivo de ellas, hicimos el jardín y cada vez me iba interesando más en temas de jardinería. A la señora le gustaban las rosas, así que empezamos a cultivar rosas. A mí no me gustaban las rosas, hasta que un día llegó a mis manos la 'Rosa Travemunde' una floribunda de flores grandes color rojo; tanto me impactó que fue esta quien me hizo rosicultor. Es entonces cuando comencé con la idea de reproducir, al principio las hacía de gajo, mis investigaciones y estudios acerca de las rosas continuaban y cada vez quería aprender más. Así fui creciendo, de prueba a error, luego continué con los injertos y mientras trabajaba en esto fallece la dueña del campo. La señora fallecida se llamaba Yvonne, por eso el nombre del vivero es 'Rosales Yvonne'. Luego continué trabajando con la hija de Yvonne, Cristina Breshnev, y en el año 2012, iniciamos con el vivero de rosas (Rosales Yvonne). Por otro lado, viajé a San Pedro, provincia de Buenos Aires, en búsqueda de rosales y tuve la oportunidad de conocer a Cristel Steppuhn de Vidal, una gran reproductora de rosales, muy conocida en el ambiente de las rosicultoras. Cristel fue quien me enseñó todo acerca del mundo de las rosas, secretos de poda y de injertos, trabajé varios años a su lado. A esto le sumé mis investigaciones y estudios, sobre todo 'el pie de injerto', que era lo que me interesaba.

Esa fue mi gran hazaña, lograr un pie de injerto de larga vida y sin daños. Gran parte de mi trabajo se lo debo a mi querida maestra Cristel, con quien compartimos este amor por las rosas y muchos conocimientos, casi 10 años. Así logré mi sueño y mi invento, un buen pie de injerto a nivel europeo. Antes de la partida de Cristel a sus 90 años, tuve la suerte de comunicarme con ella y me dio muchas cosas para que yo continuara, me regaló un libro y me pidió que siguiera en este camino, cosas que atesoro en mi corazón y en mi saber. Hoy mi rutina está enfocada en las rosas y otras flores, es un trabajo artesanal, paso el día en el campo y cuando regreso casi de noche, tengo poco tiempo para contestar mensajes del celular, sólo les pido paciencia en esto. 

En este momento del año terminé con los injertos, esperando que llegue el frío y prepararlos para sacar alrededor de 3.000 rosales a raíz desnuda y comenzar con la venta. La gran sequía que sufrimos este año incidirá en la producción del año que viene, me desbastó la cantidad de pie de injertos y perdí muchas variedades de otras flores, como dalias y lirios, sólo pude salvar rosas y hemerocalis.

También mi trabajo se interrumpe para viajar a dar talleres por la Argentina y continuar con mis investigaciones porque es un oficio que nunca terminas de aprender. Mi idea a futuro es dejar un legado y pronto comienzo a dar clases de injerto".


El jardín en el campo

"La plantación de rosas es a campo. No utilizamos ningún agroquímico, sólo trabajamos el suelo y todo se realiza manualmente. Trabajo pocas cantidades para sacar calidad de rosal, entre 2.500 a 3.000. Además, me enfoco en rosales perdidos por el paso del tiempo, como aquellos de los años 60, 70 y 80.

Lo gratificante de mi trabajo es la magia de ver despegar un injerto y que esté lleno de flores, esto es algo que me sigue sorprendiendo en mi vida. Hay algunas rosas que pueden prender de gajo, pero mientras más hibridada esté, menos posibilidad hay de sacar una nueva planta. Esta es una linda adicción, empezás con una y luego querés más. Me gusta multiplicar rosas". 

Mi adicción

"Travemonde es, como dije antes, la que me lleva a ser reproductor, una rosa de 1983, en Argentina se dejó de hacer, es floreciente y es mi rosa preferida, la creó el hibridador Kordes, él quiso que su rosa trascendiera ya que el nombre significa 'Viaje por el mundo'. Por ello la reproduje. Cristel, mi maestra, por su lado logró una rosa de semilla, que llamó 'Maragata' en recordatorio de una canción de cuna que le cantaba su mama. Quiero explicar que un rosal de semilla puede tardar 9 meses en salir y nunca tiene las características de la planta madre a la hora de reproducir, por ello yo no hago rosales de semillas. También me dedico a la plantación de lirios, iris, dalias y hemerocalis".

El rosal

"Es una planta noble y rústica, pero una mala poda es como una mala cirugía en el humano. Sólo hay que seguir sus condicionamientos, de suelo, luz solar, riego y desinfecciones. Tan noble es que en buenas manos un rosal puede vivir entre 25 a 80 años. El rosal prefiere el frío más que el calor y el clima seco, por eso San Juan es un lugar ideal para su cultivo. El clima incide en el color de las flores, por ello quizá en San Juan una misma variedad tiene un color diferente a las que encontramos en Buenos Aires. 

En un jardín a los rosales se los puede combinar con diferentes variedades de herbáceas pero las distancias de plantación son fundamentales de respetar para tener éxito con las diferentes variedades. En cuanto a la poda yo tengo respeto, porque cada maestro con su librito. En mi caso yo podo a la altura de la rodilla. La observación de cada rosal es fundamental ya que a veces requiere abrir su centro y sacar ramas entrecruzadas, todo depende de la variedad del rosal. Las trepadoras no las podo, sólo saco ramas secas o quebradas. Una poda baja te da pocas flores y más grandes, yo prefiero más cantidad de flores y normales, me gusta impactar con la floración. Siempre el rosal debe estar limpio de aquellas flores secas.

En el paisajismo actual utilizan rosas en los diseños, pero casi siempre las mismas variedades, Iceberg o Sevillana roja, es bueno realizar las visitas a los viveros e indagar acerca de su comportamiento para que no todos los jardines sean iguales.

En cuanto a las plagas puedo decir que las que habitan en la pampa húmeda quizás son distintas a las de San Juan, por lo que escuché a menudo estas son atacadas por pulgón y arañuela. Nunca hay que dejar los insectos en la planta, porque son capaces de desbastarla. Por ello las desinfecciones deben realizarse a última hora de la tarde y un día que no haya viento o lluvia".


Rosales Yvonne

"Estamos ubicados en Colón, provincia de Buenos Aires, a 300 km de Capital Federal sobre Ruta Nacional 8, hay que ingresar por un camino de tierra 14 km. La mejor época para visitar es en los meses de octubre-noviembre, cuando están en floración. 

Para sacar el rosal a la venta te lleva dos años. Se sacan los rosales a raíz desnuda, se venden de junio a fin de agosto. Un rosal que será enviado en bolsas especiales de envío puede conservarse hasta un mes. Una vez que llega a destino se lo retira de la bolsa y debe hidratarse durante 24 hs". 

La respuesta del público que asistió a la disertación fue contundente y muchos replicaron que está bueno conocer y poder charlar con un gran reproductor y dar a conocer la institución de Rosicultura Filial San Juan.


Algunos rosales que Mauro Zuzul reproduce

"Mi aporte a la argentina fueron el rosal Tango (Floribunda), Blue For You (Floribunda), Burgundy Iceberg, Ali Dorate (Floribunda) creada por Enrico Barni y además dejé en el país vecino Uruguay variedades nuevas, también continúo reproduciendo aquellas variedades que existían en los años 60, 70, y 80 que se dejaron de hacer y son increíbles por lo que es bueno resurgirlas. 

 Datos:
Instagram: mauro.zuzul
Rosicultura Filial San Juan contacto: 264-4037107 / 264-5469777

Por: María Inés Montes
Fotos: Mauro Zuzul y Marcos Uriza