Una buena idea: mezclar libros y café. Esa es la intención de sus propietarias, Patricia Aguilar de Marún y Marisé Gutiérrez de Harrison. Eligieron la vieja casona de los Dobladez, una de las últimas que ha sobrevivido a los terremotos sanjuaninos y que forma parte del viejo barrio Carrascal; la acondicionaron bellamente y a su gusto, vecina de "Tía María" para más datos. Tardaron cuatro meses en darle la forma que ellas querían: un diseño tendiente a recuperar el espíritu español acorde con la casa. Salas decoradas de acuerdo a la temática librística y en el pequeño patio, geranios colgantes. La denominaron "Libros – Bar – Del Rocío" y su horario es el de una librería y el de un café.