Tímida, un poco seria y muy responsable, así describen los compañeros de oficina a Jimena Kurbán, la encargada de recibir todas las quejas y reclamos que se realizan diariamente en virtud de los trabajos, tránsito y demás situaciones que se plantean por la mina Veladero y el proyecto binacional Pascua Lama. La mañana, para la joven que trabaja en este área desde su creación, en 2011, comienza abriendo el mail al que todas las personas de la provincia pueden dirigirse para realizar cualquier tipo de reclamo o queja sobre la mina o el proyecto. Luego, el día parece agitarse con las llamadas y demás tareas de organización, recopilación y transferencia de información a las demás áreas de la empresa. “Trabajar en la oficina de reclamos de una empresa dedicada a la actividad minera no es una cuestión tan difícil como quizás se piensa que puede ser. La mayoría de los reclamos que ingresan en nuestra oficina se dirigen hacia el tránsito, o provienen por ruidos y también por distintos temas administrativos”, comentó Jimena.
Y agregó: “es muy satisfactorio cuando ves que la gente tiene la confianza de acercarse o llamarnos para plantearnos algunas situaciones que desea darnos a conocer. Yo siento que puedo contribuir y puedo ayudar a la comunidad en temas diarios, de todos los días. Siento que puedo ser el nexo entre esa comunidad y la compañía para encaminar problemas, o para aclarar que en algunos casos, Barrick nada tiene que ver”.
El procedimiento ante cualquier queja o reclamo es el mismo, comentó la encargada del área. Todo comienza con la recepción de un llamado telefónico o un mail.
Posteriormente se contacta al reclamante/denunciante para formalizar personalmente el tema que se desea elevar a la compañía. Se deja asentado en un formulario con duplicado y numerado en el cual queda constancia de algunos datos personales del reclamante, la queja y sus expectativas respecto a su denuncia/reclamo. La joven profesional también aclaró que se debe registrarse la mayor cantidad de datos y pruebas posibles sobre el reclamo para iniciar una investigación al respecto. Inmediatamente después de corroborar datos e iniciada la investigación, el documento de reclamo y los antecedentes son enviados al gerente del área a la cual concierne la queja. “Yo trabajo 2 días en Iglesia, 2 días en Jáchal, y 1 día en las oficinas de San Juan. No es fácil conciliar la vida personal con este ritmo de trabajo, pero tampoco podría decir que es imposible.
El trabajo en equipo y la hospitalidad de las comunidades de Iglesia y Jáchal me ayudan a sobrellevas los días fuera de casa, lejos de mi familia y amigos”, expresó Jimena.
Fuentes del área de reclamos confirmaron que si hubiese alguna falta de tránsito verificada y confirmada (exceso de velocidad, sobrepaso en curva, etc.) se recaban datos y pruebas (patente-identificación del vehículo-fotos-hora-fecha-lugar) para llevar a cabo una investigación, y si hubiese algún daño a la propiedad ocasionada por algún vehículo de la compañía o sus contratistas, Barrick “se encarga de tomar las medidas disciplinarias, correctivas y/o reparación de daños si correspondiese”. El sistema está dirigido al público externo de la compañía (no interno), ya que las quejas de los trabajadores se canalizan a través de Recursos Humanos. “Pueden presentar una quejas/reclamos, miembros de las comunidades de Iglesia, Jáchal (principales comunidades vinculadas por los proyectos), Albardón, o resto de San Juan, que pudiera verse afectada de alguna manera por el trabajo de la empresa o la de sus contratistas.
Dentro de esta frenética y permanentemente activa área de la compañía minera, los plazos son uno de los factores más importantes. Según explicó Jimena Kurbán, el motor de activación para investigar y resolver se pone en funcionamiento de manera inmediata. “Dentro de las 24 horas de recibido el reclamo, pasa al área que corresponda para su análisis e investigación. Esta a su vez, debe emitir respuesta (lo que no implica necesariamente una solución) dentro de los 30 días de recibida la queja”. Y aclaró: “Si la solución requiere más de 30 días, se debe informar esto al denunciante/reclamante y pedir un plazo mayor para dar una respuesta definitiva, en caso que sea necesario”.
La oficina de reclamos tan solo tiene dos años de vida, pero crece constantemente debido a la publicidad que realizan entre los miembros de las comunidades aledañas y de la ciudad, con la finalidad de resolver cualquier problema que puedan llegar a ocasionar cualquier tipo de labor de la mina sanjuanina y el proyecto binacional.
“Al final de mi día, y más allá de los reclamos, me siento muy satisfecha, ya que siempre siento que hice algo por la gente en general y también por la empresa”.