Recientemente se informó que la empresa Vale desistió de lo invertido en el proyecto Potasio Río Colorado a cambio de que el gobierno mendocino le ayude a buscar comprador. El convenio firmado indica que la empresa también se compromete a completar en seis meses el achique del emprendimiento para el traspaso del año próximo.

En el acuerdo, Vale se compromete a completar en 6 meses la reingeniería para achicar el emprendimiento y traspasarlo a un inversor en 2017 sin obtener ningún rédito, luego de haber invertido U$S 1.900 millones, a cambio de que el Gobierno la ayude a buscar comprador.
En ese contexto, ¿Vale se queda con las manos vacías? En principio, no: de hecho, negoció como condición quedarse con los derechos de vender sales de potasio en Brasil a un precio preacordado, y negociar el cobro de un royalty o derecho de explotación con el nuevo inversor. Cabe recordar que en abril el Ejecutivo mendocino anunció con bombos y platillos un compromiso por el cual Vale dispondría de un plazo de 6 meses para completar el FEL 1 (reingeniería técnica y económica) de Potasio Río Colorado, a fin de reducirlo a 1/3 parte del original y así hacerlo más “vendible”.

El plan primitivo preveía producir 4 millones de toneladas de sal de potasio por año, con un presupuesto de U$S 6.300 millones, del que sólo ejecutó 30%. De ahí que, en un mercado con precios en picada (la tonelada cayó de U$S 700 a menos de U$S 200 en los últimos años), la pretensión brasileña sea minimizar inversiones.
(Fuente: Diario Los Andes)