Para las familias que no saben cómo se hace. Para las que no tienen tiempo. Para las que tienen ideas, pero no habilidades. Para las más cómodas. Y para aquellas que gustosas abren las puertas de sus casas para recibir una ayuda creativa que haga que el ambiente se perciba de fiesta. Para todas ellas, hay un servicio, original por cierto: Carina Bozzola y Natalia Tobal -unidas bajo la marca Dos Santas- ofrecen decoraciones a domicilio, ya sea para grandes eventos y no tanto, como puede ser la cena de Nochebuena. Su propuesta incluye desde la posibilidad de vestir una casa haciéndolo todo por cuenta de estas expertas en decoración (que pueden o no llevar adornos, mantelería, utensilios y hasta vajilla nueva o también utilizar lo que hay en cada vivienda) hasta un encuentro de asesoramiento, de catarata de opciones e inclusive la posibilidad de transmitir sus secretos para que las labores queden a cargo de la dueña de casa y sus hijos.

"La Navidad como cualquier evento empieza con los preparativos. ¡Qué mejor que prepararse uno como persona y como familia y luego traducir este espíritu a los diferentes rincones de la casa para vivenciar esta fiesta con un ambiente cargado de símbolos! Eso es lo que intentamos hacer con nuestro trabajo”, define su propuesta Carina, una de las dueñas de Dos Santas, el negocio de decoración que está en lo que era el garaje de una gigante casona sobre Avenida Libertador y Alvear.

Según su experiencia, en decoración "todo vale”: desde usar elementos y adornos nuevos hasta reciclar y por qué no dar valor a esos objetos heredados de generación en generación. Todo depende del gusto, el espacio y la realidad de cada casa.

"Yo empiezo justamente por elegir el color y el estilo que quiero. Eso es lo primero que me pregunto. Después selecciono lo que va a incluir la decoración. Una actividad muy linda para hacer con los chicos de la casa, es por ejemplo, buscar entre sus juguetes los que se pueden colgar en el arbolito, buscar flores en el jardín para hacer un centro de mesa, juntar cintas y cualquier elemento que hay en la casa que con un brillo o un detalle puede convertirse perfectamente en un adorno”, da algunas ideas de cómo empezar a ambientar y arreglar la mesa y los diferentes rincones.

Si bien en decoración no está todo dicho, siempre es bueno abrir una ventana a la imaginación. "Ahora están de modas las ambientaciones que siguen un estilo tipo pachwork (combinación de distintos estampados siguiendo el mismo tono) o estilo shabby chic (que mezcla elementos antiguos y modernos bajo una paleta de colores pasteles, especialmente el rosa, verde agua y el blanco) que dan un toque divertido a la casa y que perfectamente se puede adaptar a la mesa navideña, que no necesariamente tiene que tener los símbolos tradicionales. A otros les sugerimos poner luces en las mesas, farolitos con velas y pequeños arbolitos con un estilo más minimalista. De todos modos, hay familias más conservadoras a las que no puede faltarle su Papá Noel, su trineo, sus estrellas. Y por supuesto también es más que válido en estas fechas”, dice la experta que abre las puertas de estantes donde conviven elementos de diferentes colores y formas. A modo de ejemplo, Carina propone una mesa con manteles de flores en lugar de muérdagos, con candelabros con caireles en lugar de estrellas, con platos de sitio en estampados divertidos.

"Algo que no hay que olvidar es que la mesa de estas fechas debe ser especial, por eso hay que apelar a elementos que no son de uso cotidiano para las familias como por ejemplo diferentes copas o platos de sitio. La mesa también se viste de fiesta”, invita a contagiarse de ese hobbie que encontró hace muchos años ya de la mano de su esposo Marcelo González, uno de los hijos del reconocido chef Palito. Ella estudió Diseño de Indumentaria y Arte, pero en ninguno de los casos tuvo título pero sí herramientas para encausar sus gustos y orientar su lectura sobre tendencias. Hace dos años se encontró con una persona con la que coincidió en cada paso y con la que pudo compartir sus inquietudes: con Natalia Tobal, se convirtieron en socias y en manos expertas para concretar sueños, de ellas y de los demás.