Un estudio del King’s College de Londres concluye que las personas que beben vino tinto con moderación tienen niveles bajo de colesterol y obesidad por mejorar su microbiotica intestinal.

La doctora Caroline Le Roy, principal autora del estudio, destaca que si bien se conocen los beneficios del vino tinto para la salud del corazón, este nuevo hallazgo resalta que su consumo moderado también está relacionado con un intestino más saludable.

Además, señala que incluso un consumo ocasional, como una vez cada dos semanas, parece ser suficiente para observar un efecto positivo en la microbiota intestinal.

La importancia del microbioma intestinal radica en su influencia en la salud, ya que un desequilibrio entre los microorganismos “buenos” y “malos” puede ocasionar diversos problemas, como una disminución del sistema inmunológico, aumento de peso o niveles elevados de colesterol.

El vino tinto, rico en polifenoles, compuestos químicos presentes de forma natural en muchas frutas y verduras, parece ser el responsable de estos efectos beneficiosos en la microbiota intestinal.