Las mujeres que por distintas razones tomaron al vino como un referente en sus vidas y en la vida cultural de la humanidad, no han dudado ni un instante en comprometerse seriamente con lo temas relacionados a esta actividad, sobre todo en lo que a enoturismo se refiere. Muchas de ellas son las que se encargan de planificar salidas, armar programas turísticos alrededor de las rutas del vino, recibir a los visitantes, otras escriben libros o realizan investigaciones de turismo y vino que luego vuelcan al plano práctico. Tal es el caso de Erica Navarro Cisella, licenciada en turismo cuya tesis estuvo vinculada a "Ruta del Vino Sur, un análisis de casos", elaborada en el marco de la Maestría de Gestión y Desarrollo de Destinos Turísticos de la Universidad Nacional de Quilmes, y ahora organizadora de la primera Clínica sobre "El rol de la mujer en el turismo del Vino", que se realizó este viernes último en San Juan.
La invitada especial a este encuentro fue María Josefina Cerutti, socióloga y periodista, autora del libro "Ni ebrias ni dormidas", presentado en octubre último, en el que narra la interrelación de las mujeres en este mundo (Ver nota aparte).
Uno de los focos del encuentro fue, precisamente, la situación actual y los conflictos que enfrenta la ruta del vino local mencionada que va desde "la escasa promoción y publicidad, la falta de profesionalismo, desconocimiento e intrusismo, como algunos de los factores que propician el estadio actual del ruta. Uno de los modos de cambiarlo sería creando planes que sean producto de la intervención de todos sus agentes, en los cuales la identidad, el paisaje, las creaciones de sanjuaninos, la tradición, el folclore y la innovación dejen de ser complementarios y pasen a ser componentes centrales del producto turístico. Para que la ruta del vino funcione con una demanda sostenida, como ocurre con otras bodegas a escala regional, se requiere la diferenciación entre el producto vitivinícola y producto turístico del vino. Debe dejarse de creer que el turismo es un complemento del vino, sino que es un negocio paralelo", plantea Erica basándose en la investigación realizada.
Ella, además es becaria de perfeccionamiento de la Universidad Nacional de San Juan y actualmente lleva adelante el proyecto de tesis del doctorado en ordenamiento territorial y desarrollo sostenible de la facultad de filosofía y letras de la universidad Nacional de Cuyo en Mendoza.
Este encuentro se realizó en el marco de los planes estratégicos del Ministerio de Turismo de la Nación, el Ministerio de Turismo y Cultura de la Provincia de San Juan, Bodegas de Argentina e Instituto Nacional de Vitivinicultura, entidades que tomaron como premisa el crecimiento sostenible del turismo del vino de los últimos años.
"La declaratoria de Bebida Nacional y el aumento de visitas son indicadores suficientes del crecimiento y desarrollo sostenido de la cultura del vino de Argentina. En este sentido el rol de la mujer ha sido un factor clave en los eventos históricos y situacionales que han llevado a la producción y reproducción de estrategias sociales para el acceso a capitales de distinta índole entorno al vino y su cultura. Claro que también ha llegado el momento de considerar nuevas modalidades de turismo que favorezcan el aumento de las estadías y por lo tanto el aumento de divisas por el comúnmente denominado efecto multiplicador", indica Erica.
Entre los objetivos de la Clínica Turística se destaca la revalorización y el rol de la mujer en los procesos vitivinícolas de Argentina, Cuyo y San Juan; consensuar el desempeño que llevan a cabo las instituciones nacionales, provinciales, públicas y privadas y organizaciones mixtas en torno al turismo del vino; fomentar el diálogo entre los profesionales de la actividad turística y vitivinícola, mediante estrategias asociativas y de emprendedores. A estos ítems se suma uno fundamental para la provincia ya que apunta a que San Juan se convierta en un polo turístico-vitícola que propicie el aumento de visitas a bodegas.
Además de la exposición de Erica Navarro se sumaron las experiencias y estudios de gestoras de las bodegas Graffigna y Merced del Estero. Todo esto dio pie al debate sobre las nuevas necesidades en torno a la Ruta del Vino en San Juan que, sin duda, involucra tanto a los agentes privados como públicos del sistema, si lo que se pretende es mejorar la propuesta actual.

