El sector vitivinícola argentino está preocupado por la situación competitiva de su oferta exportable en el exterior y así se lo han hecho notar a Suplemento Verde durante las últimas semanas numerosos empresarios.
Desde el sector pasero, indicaron su preocupación por el aumento en los volúmenes de producción y también la superficie de parrales nuevos destinados al cultivo de variedades paseras como la Fiesta o la Flame atraídos por la estabilidad y los buenos precios en las últimas campañas. Alegaron la falta de industrias para procesar las futuras cosechas y dudas en la demanda.
En la uva de mesa hay menos exportadores. El problema está centrado en la calidad remitida en las últimas campañas al mundo, en momentos en que nuevos competidores están ganando espacio y prestigio para sus racimos. Hay más volumen y menos ventas.
Pero si hay un común denominador para los productos vitivinícolas exportables: es la falta de competitividad por el retraso cambiario argentino que, junto a la inflación de los costos productivos, hacen caros en términos relativos los productos locales.
Vinos y mostos
Los costos de elaboración han aumentado más de un 30% en los últimos 12 meses. Esto se trasladó al mercado frente a productos sustitutos como la cerveza, las gaseosas y las aguas saborizadas, entre otros, donde la inflación superó el 20%.
Vinos y mostos entre enero y agosto del presente año sufrieron una reducción del 7,48% en la comercialización, respecto de los mismos meses del año anterior.
Para los vinos 6,34% significó el descenso en las ventas totales con 7,95 millones de hectolitros despachados, mientras del 25,23% fue para los mostos respecto de los primeros 8 meses del año pasado. El volumen de mosto despachado fue de casi 408 mil hectolitros. Desde el sector mostero destacan el papel que está jugando Chile en la compra de mosto de uva para luego reenviarlo a sus mercados, comenzando a ser un jugador importante entre los principales países exportadores de mosto de uva por sus acuerdos de libre comercio con todo el mundo.
En cuanto a los vinos con mención varietal, el incremento comercial fue del 3% en hectolitros y los espumosos el 27,33%. Los vinos gasificados crecieron el 15,95% y los otros vinos el 10%.
La caída en ventas está dada en los primeros 8 meses del presente año para los vinos sin mención varietal, fue del 11% y un llamativo descenso para los frisantes argentinos: 43,22%.
Mercado interno
En los despachos de vinos autorizados para el consumo interno la disminución fue del 7,44%, siempre comparado el 2009. 6,16 millones de hectolitros fueron despachados al mercado interno en los primeros 8 meses del 2010 frente a los 6,65 millones de hectolitros del año pasado.
Las ventas por tipo de vino en el mercado interno indicaron subas en los vinos gasificados, espumosos y otros. En el resto de los vinos hubo retracciones.
Exportaciones y estrategias
Las exportaciones totales de vinos y mostos sufrieron una disminución del 7,61%.
Las ventas al exterior totales de vinos cayeron un 2,39% al remitir 1,8 millones de hectolitros. En el período analizado, se observa un incremento del 9,86% en los varietales argentinos que superaron los 1,3 millones de hectolitros.
Lo preocupante para los exportadores locales son los vinos sin mención varietal, cuyas ventas externas cayeron un 25,34% a un poco más de 473 mil hectolitros. Los vinos espumantes crecieron el 1,68% y los frisantes se desmoronaron un 77,22%. Los gasificados se redujeron casi un 10% y los otros vinos el 5,62%.
Finalmente los empresarios consultados indicaron que es cada vez es más difícil exportar. Los números cada día cierran menos y por ello para mantener la buena relación precio calidad que caracterizó siempre a la vitivinicultura argentina, han debido en muchos casos absorber los aumentos de costos sin poder modificar los precios FOB. Quienes aumentaron precios, enfrentaron reducción en la demanda, como en el caso del mercado ruso.

