Todo se dio de manera fortuita, una cosa llevó a la otra y con el solo sentido de la solidaridad. Así surgió en mina Casposo un grupo de voluntariado integrado por miembros de la empresa (Austral Gold) que quieran donar su tiempo y en él generar acciones destinadas a colaborar con las necesidades de la comunidad calingastina.

Es así que hoy pueden ser los de Laboratorio, mañana los de Topografía, la semana siguiente los de Gerencia; no importa el lugar en el que se desempeñen sino las ideas que permitan ayudar a los demás.

“Fue una secuencia de acciones que se dieron en forma espontánea, el año pasado un grupo de ingenieros de minas del área de Gerencia decidieron dar clases de apoyo escolar en matemáticas a chicos del secundario que lo necesitaran. Esto fue en abril de 2016, luego iniciamos una campaña de recolección de ropa para la gente de Puchuzún, Villa Nueva y La Isla. Se seleccionó la ropa y luego la gente de Cruz del Sur que trabaja para la mina colaboró con su traslado y distribución”, contó Cristina Zimmermann, a cargo del área denominada Valor Compartido, que en la anterior administración era el área de Relaciones Comunitarias.

Hoy las acciones son de diferentes tipos y de las más variadas como por ejemplo el reciclaje de papel para su encuadernación y confección de cuadernos que estarán destinados a los chicos de la Escuela Albergue Álvarez Condarco en Villa Nueva. “Son los papeles que ya no utilizamos y que no tienen información de importancia para la empresa. Se separa en cajas y luego armamos cuadernitos que  perforamos espiralamos y que pueden servir a los chicos como anotadores. Ya llevamos diez, pretendemos llegar a veinte y aprovechamos la parte blanca de las hojas A4 que no tienen impresión. Fue una idea que comenzó con la gente de Laboratorio y próximamente sumaremos los planos que los geólogos ya no utilizan, para que a los chicos les sirvan a modo de papel afiche”, contó Zimmermann.

Otra de las ideas recientes es la que surgió desde el personal de Topografía que se desempeña en el área de servicios técnicos. Cristian Díaz y Gastón Rozas, los topógrafos de la mina, colaboraron con la medición del campo de juego del Club La Planta, para darle las dimensiones reglamentarias que necesitaban para su posterior inauguración. La dupla participó en la medición y en el procesamiento de datos para luego poder marcar en el campo las dimensiones específicas. Se utilizó el equipo de medición de Casposo como estación total, prisma y bastón. “La idea es que sea libre, que se hagan las propuestas, desde Valor Compartido las evaluamos y se ponen en marcha, siempre poniendo a disposición el tiempo libre de los empleados. Por ahí surgen ideas de las que necesitaremos permisos especiales, como pintar y reparar el patio de juegos del Jardín de una de las escuelas. Habrá que pintar, arreglar, reponer y todo eso deberá hacerse en el tiempo en el que la escuela no haya clases”, cerró Cristina.

Todo suma. Todo ayuda. Este es sólo el comienzo de una cadena de eslabones que se llama Solidaridad.