En los primeros años del siglo XX existieron firmas productoras de anisado, coñac, grapa y otras bebidas. Fueron fundadas principalmente por inmigrantes.
Aunque hubo firmas precedentes, entre las mas representativas de San Juan se encuentra la destilería y fábrica de licores del español Lorenzo García que inició su actividad desde 1901. Estaba también el austríaco Juan Gambetta y la firma de los socios Genaro Marchese (italiano) y Alfonso Retamar (español).
En 1903 se radicó en la provincia el sirio Checre Zogbe, quien abrió una tienda en la capital. Al poco tiempo invirtió en la compra de maquinaria para poner en funcionamiento una destilería y producción de anisado, aunque en los primeros años alquilaba el establecimiento donde funcionaba la fábrica. En 1912 elaboraba 30 mil litros de anisado "Zogbe" y al comenzar la década del "20, y en su propio edificio, elaboraba 350 mil litros de mistela. Todo esto sostiene el historiador Eduardo Pérez Romagnoli en el libro La Región Vitivinícola Argentina.
Agrega además que también en la ciudad de San Juan y cinco años después de haber ingresado al país, Antonio Pósleman inició en 1903 la elaboración de vino, mistela y alcohol. Mientras ensayaba la producción de "anís turco" al que se orientó posteriormente.
Mendoza también tuvo productores de licores, algunos antes de 1890 y en aquellos tiempos se elaboraba licores de vino puro, nada de alcohol de industria ni esencias perjudiciales. En 1888 la gran destilería a vapor y bodega de Máximo Lorente y Cía ofrecía licores como: anisado "El Mirlo", ginebra "La Gaucha de Cuyo", coñac "Tridente", mistela "Del Señorito" todo por bordelesas, damajuanas y cajones.
Las fábricas de José Brandi y Hermanos (La Porteña) y de José Patri y Pedro Pósleman (anisado La Otomana) operaban en la capital . También la del italiano José Laverone y el de los socios Juan Brignone y los hermanos Zabalequi españoles .También allí José Pérez Fajardo fundó en 1907 "La Española", una fábrica de anisado, licores, refrescos y aguas gaseosas. Lo interesante es que la estrategia empresarial de esta sociedad familiar era de avanzada para el época pues incluía una sucursal el sureste de Brasil.
Estos industriales comercializaban sus licores en las provincias productoras y utilizaban el ferrocarril para transportarlos a otros puntos del país. Por ejemplo, envasados en botellas y damajuanas, los productos de Zogbe y Antonio Posleman se distribuían en Buenos Aires, Córdoba, el Litoral y el Noroeste Argentino.
Checre Zogbe y Cía
Zogbe con sus ganancias de ocho años de la tienda inaugura en 1912 su destilería y fábrica de anisado. Fue secundado por su cuñado Arturo Pechuán (un excelente pintor). Con máquinas modernas y buenos procedimientos científicos perfeccionó el anisado y su marca "Zogbe" rápidamente se hace conocer en el país. Se inició elaborando 30 mil litros anuales y en 1921 elaboraba 350 mil litros vendiendo absolutamente todo. También elaboraba mistela a razón de 1.500 cascos (barriles de 200 litros). El valor de la mistela valía tres veces más que el vino común. El local de la bodega se encontraba en la vieja avenida 25 de Mayo (hoy Rawson) en Concepción y sobre una superficie de 5.000 metros cuadrados. Poseía dos alambiques "Egrot y Grangé" y tres aparatos de destilación, sistema Martín Ariza. El cuerpo principal,de la bodega tenía 34 piletas de mampostería y cemento armado con capacidad para 4.000 cascos.
Casa Posleman
En 1898 Antonio Pósleman, un libanés católico llega a San Juan y se establece con una pequeña casa. Fabricaba mistelas y mientras tanto ensayaba como producir el anís turco Arac. En 1921 contaba con maquinaria moderna y vendía 30 mil damajuanas y 35 mil botellas de anís turco, todo supervisado por el dueño Antonio y con el respaldo de su hijo José quien tenía la administración general de la empresa. Era un establecimiento de buen prestigio y en todas sus exposiciones sus productos eran muy bien reconocidos como fué en la Exposición del Centenario de 1910 en Buenos Aires, en el de Panamá en 1915, en Córdoba en el mismo año, Montevideo en 1919 y en MIlán en 1918 donde fue premiado con Gran Premio y Medalla de Oro. Esto se refleja en el libro de Jaime Molins y Jorge Dantil, La Argentina, Región Cuyo de 1921-1922. Hasta acá sabemos de estos inmigrantes, lamentablemente hay muy poca información y divulgación de lo que hicieron estos pioneros de los licores y mistelas. Seguiremos buscando. Mientras tanto valga nuestro reconocimiento a sus memorias.

