"Leo DIARIO DE CUYO todos los días, apenas me levanto. Y algo lindo que me pasó con el diario es que, por su intermedio, me puse en contacto con un amigo que vive en Nueva York. Así puede leerse en la carta que envió al sitio digital la sanjuanina Andrea Sendra, una joven ingeniera que en 2002 partió hacia España por una beca y que no olvida a su San Juan natal.
Es que en 2001 ella trabajaba en Buenos Aires pero "gracias al famoso corralito"quedó desocupada. Transcurrió poco más de un año hasta que consiguió perfeccionar su educación, a través de un doctorado en Valladolid. Ahí estuvo 3 años en los que también aprendió sobre la cultura española, hizo varios amigos y conoció países de los guarda hermosos recuerdos.
Pero a finales de 2005, cuando casi terminaba su beca, Andrea ya había encontrado el amor. "Volví a San Juan por tres meses y luego regresé España por dos semanas para ver a mi novio", cuenta. Finalmente se casó y ahora tienen un bebe que los tiene "locos de felicidad", escribe emocionada.
San Juan parece contener todo lo que mas añora desde aquellas lejanas tierras. "Extraño hasta el olor a jarilla" explica mientras hace un repaso por sus afectos, en una lista interminable: la casa familiar, sus mascotas, el jardín, los asados, el dulce de leche, los alfajores, los helados, las pre pizzas, el dique, las charlas por teléfono con los amigos y que su mamá le cocine algo rico.
Muchos kilómetros la separan de San Juan. Pero Andrea tiene en claro algo que para ella es importante: "el no sentirse extranjera". Y concluye con una reflexión. "Ves a tu tierra desde otro punto de vista, que te pone muy crítico con las cosas que lees desde la home y te gustaría que cambiaran".