Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Así pensó la Agencia de Conducción y Estándares de Vehículos del Reino Unido (DVSA), ante las contundentes estadísticas que indican que más de la mitad de los conductores usan el sistema de posicionamiento global (GPS) para guiarse, y modificó los requisitos para adquirir la licencia de conducir: "se deberá seguir las instrucciones de navegación por satélite y conducir a un espacio de estacionamiento para pasar su prueba". La evaluación, que entrará en vigencia el próximo 4 de diciembre, tendrá en cuenta una conducción más realista porque usar el GPS es una alternativa a las señales de tráfico, según comunica la DVSA. Mientras mejor se use, menos distracciones al volante habrá.

Los requisitos para este examen serán ubicar correctamente el dispositivo de geolocalización en una superficie antideslizante y lejos del parabrisas (a menos que el modelo de vehículo no tenga otro lugar). Luego encenderlo, seleccionar el destino y utilizarlo durante los 20 minutos que dure el proceso. A uno de cada cinco evaluados se le pedirá, al azar, que en vez de guiarse por el GPS lo haga por las señales de tránsito.

Para comprobar si los ciudadanos estaban de acuerdo con el cambio en el examen de conducir, llamaron a una consulta pública y obtuvieron un 71% de aceptación con la inclusión de este requisito. Teniendo en cuenta que la tecnología ya está presente en la mayoría de los usos y costumbres de los conductores (en un país donde el parque automotor es relativamente moderno), la evolución parece tener de sentido común.

Fuente: La Nación