El sistema de Internet móvil “5G de quinta generación” podría llegar el próximo año a varios países. La innovación promete velocidades de descarga entre 10 y 20 veces más rápidas que las que tenemos ahora. Pero, ¿qué diferencias aportará realmente a nuestras vidas?

¿Qué es exactamente?

Es la quinta generación de conectividad de Internet móvil que promete descargas mucho más rápidas, una amplia cobertura y conexiones más estables. Se trata de facilitar un mejor uso del espectro radioeléctrico y de permitir a muchos dispositivos conectarse al mismo tiempo.

Esta tecnología nos permitirá hacer cualquier cosa y con nuestros smartphones será mucho mejor y más deprisa. Permitirá descargas de datos tan rápidas que mejorarán de forma significativa la experiencia de los directos online (streaming) y el consumo de contenidos audiovisuales a través de la red.

Asimismo, habrá una drástica reducción de la latencia. El tiempo en el que se envía un paquete de datos por Internet y se recibe la respuesta se reducirá a tan solo un milisegundo. Esto permitirá llevar a cabo operaciones telemáticas prácticamente al instante, lo que puede favorecer la conducción de vehículos o las intervenciones quirúrgicas a distancia. Este hecho supondrá también una gran mejora en el juego online, que a menudo se ve perjudicado por los problemas de latencia.

Probablemente, la diferencia más significativa de esta nueva tecnología respecto al 4G, será el hecho de que más usuarios y objetos podrán estar “conectados a la red al mismo tiempo, sin interrupciones de señal y a una velocidad elevada», afirma Ian Fogg, de OpenSignal, una compañía que analiza datos móviles. Esto supondrá el impulso definitivo para el Internet de las cosas. Infinidad de objetos (ordenadores, consolas de videojuegos, teléfonos, electrodomésticos, vehículos, relojes, semáforos, etc.) podrán estar conectados y transmitir datos constantemente.

Funcionamiento

Hay una serie de nuevas tecnologías que podrían aplicarse, pero todavía no hay estándares definidos para todos los protocolos de 5G. Las bandas de alta frecuencia tienen mucha capacidad, pero sus longitudes de onda cortas hacen que se bloqueen más fácilmente por objetos. Probablemente veamos pequeñas antenas telefónicas cerca del suelo transmitiendo lo que se conoce como “ondas milimétricas”. Eso permitirá que las usen más personas. Pero es costoso, por eso las compañías de telecomunicaciones todavía no se han comprometido.

¿Se necesitarán nuevos teléfonos?

Cuando se introdujo el 4G -entre el 2009 y el 2010- llegaron al mercado teléfonos compatibles antes de que la infraestructura se desplegara por completo, causando cierta frustración entre consumidores que sintieron que pagaron más por un servicio irregular. Los smartphones necesitarán nuevos chips para poder usar 5G. Esta vez, dice Ian Fogg, los fabricantes no cometerán el mismo error: lanzarán 5G solo cuando las nuevas redes estén listas. Probablemente, a finales de 2019.