El microondas es un electrodoméstico imprescindible en las cocinas modernas, pero no siempre es seguro para todos los alimentos. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), alertó sobre algunos riesgos.
Los alimentos que hay que evitar calentar en el microondas
Uno de los primeros alimentos a evitar es el agua. El fenómeno del sobrecalentamiento puede hacer que el agua parezca no estar a punto de hervir, lo que aumenta el riesgo de quemaduras graves al manipularla. Sobre esto, la FDA advierte que “el agua puede alcanzar temperaturas por encima de su punto de ebullición, sin hervir visiblemente, lo que la convierte en un peligro potencial grave”.
La leche también presenta riesgos. Al calentarla en el microondas, puede perder nutrientes importantes como la vitamina B12 y, si se sobrecalienta, puede desbordarse y causar un gran desorden. Además, si la leche se calienta en recipientes no aptos o sucios, existe un riesgo elevado de contaminación.
Los huevos duros y el microondas no son buenos compañeros. Cuando los huevos duros se calientan, pueden explotar debido al vapor acumulado dentro de la yema, representando un riesgo importante para la seguridad. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud (NIH), advierte sobre este fenómeno.
Las carnes procesadas como salchichas, chorizo y la panceta (tocino) también son problemáticas. Según estudios, recalentar estos alimentos en el microondas puede generar productos de colesterol oxidado (COP), que son tóxicos para el consumo humano. Por lo tanto, es preferible utilizar métodos de calentamiento alternativos.
La pasta y las papas fritas tampoco deben ser recalentadas en el microondas. Para la pasta, la mejor opción es sumergirla en agua hirviendo o calentarla en una cacerola con un poco de agua para evitar que la salsa se vuelva espesa. Las papas fritas suelen perder su textura crujiente y sabor. Una sartén con aceite caliente es el método correcto para recalentarlas.

