Hay quien, como un Quijote más ante un molino imparable, trata de combatir los primeros cabellos blancos arrancándolos cuando asoman. Ahí aparece el clásico dicho que sostiene que si te arrancás una cana, te aparecen siete más. ¿Arrancar una de ellas puebla nuestro pelo de otras canas vengativas? ¿Mito o realidad?
 

 

La doctora Lidia Trasobares, jefa del departamento de Dermatología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias (Madrid) y profesora asociada de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), destierra los principales mitos sobre las canas y devela la realidad de las mismas.
 

Pese a que arrancar una cana no evita ni estimula la aparición de otras nuevas más fuertes, la doctora avisa de que hacerlo de forma “sistemática y repetitiva” puede conducir a una fibrosis del folículo y a la desaparición definitiva de ese cabello. “La depilación continuada de un folículo sí puede conducir a la desaparición definitiva de ese pelo”, insiste.
 

La especialista destaca que no saldrán más canas por arrancar las que ya han visto la luz, dado que la canicie es un proceso fisiológico de envejecimiento del cabello, y las canas aparecerán de forma progresiva independientemente de que se arranquen algunas.
 

Sobre el crecimiento de las canas, la dermatóloga subraya que se ha demostrado que los pelos de la barba crecen más rápido si son blancos que si son negros.
 

Además, “las personas de pelo grueso tienden a un encanecimiento más precoz que las de pelo fino”, agrega mientras aclara que “no se ha demostrado que el pelo cano sea más débil que el pelo pigmentado”.