Luego de un crecimiento sostenido entre 2013 y 2017, en 2018, en medio de la crisis económica, el consumo de huevo por habitante fue de 270 unidades, diez menos que el año anterior, lo que significó una caída del 3,5%.

Así lo informó la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) a La Nación. Con esta merma, el país pasó de ser el quinto al octavo consumidor de huevo a nivel mundial. El ranking global quedó encabezado por México y luego le siguieron Singapur, Japón, China, Rusia, Uruguay, Colombia y la Argentina.

Para la entidad, hubo además una merma del 4% en la población de aves, de 44.200.000 a 42.400.000. Además, hubo una fuerte retracción en las exportaciones. La participación del huevo argentino en los mercados externos cayó un 17% interanualmente. En 2018 se colocó en el exterior el 2,95% de la producción (sobre una producción bruta anual de más de 12,53 millones de unidades), cuando en 2017 las exportaciones habían representado el 3,55 por ciento (sobre una producción bruta anual de 12,98 millones de unidades).

Para Javier Prida, presidente de Capia, la realidad del sector muestra "un fenómeno que tiene múltiples explicaciones". Al respecto, señaló: "Estos números son consecuencia directa del incremento de los costos de producción, de la caída del poder adquisitivo, de la falta de incentivos y de financiamiento para la exportación y del contexto país".