Ya sea de goma, de látex u otro material de carácter flexible, la bolsa de agua caliente dice presente en las primeras noches frías del año. Con cierto carácter nostálgico, este recipiente es muy utilizado para climatizar la cama en invierno cuando el termómetro no alcanza los 10°.

Más allá de que comúnmente la bolsa de agua caliente sirve para entibiar los pies a la hora de irnos a dormir, también sirve como terapia de calor natural. Varios expertos aseguran que, al poner en contacto una parte de nuestro cuerpo con una fuente de calor como esta, se activan ciertos receptores que alivian el dolor.

De acuerdo a un estudio publicado en el año 2006 y realizado por un grupo de científicos del University College London (UCL), en el Reino Unido, el calor actúa de la misma forma que lo haría un medicamento analgésico, al ser capaz de desactivar el dolor a nivel molecular.

Entre otros aspectos, cuando aplicamos sobre la piel por ejemplo una bolsa de agua caliente en aquella zona donde haya dolor, conseguimos que se activen los distintos receptores del calor que se encuentran localizados en esa zona. ¿El resultado? Estos receptores bloquean el efecto de los mensajeros químicos que están haciendo que el organismo precisamente detecte dicho dolor.

* Algunos de sus beneficios:

. Aliviar los cólicos menstruales.

. Calma la tensión en la espalda.

. Relajar los músculos.

. Atenuar el dolor en el abdomen y favorecer la digestión.

. Superar estados gripales, escalofríos y dolores.

. Aliviar el dolor de la artritis.

. Tranquilizar a los más chicos: el calor les brinda una sensación de seguridad y calma cuando están enfermos o alterados.

Sin embargo, si vas a utilizar la bolsa de agua caliente como terapia de calor natural, es necesario tener recaudo.

* Precauciones

. Llena la bolsa con agua caliente pero que no esté hirviendo para evitar posibles quemaduras.

. A la hora de llenar la bolsa de agua, remové el aire que queda adentro y tapala. Asegurate de que esté bien cerrada para que no pierda agua.

. Te recomendamos envolverla con alguna funda para evitar el contacto directo del calor con la piel.

. Nunca te acuestes sobre la bolsa de agua caliente ya que la presión puede hacer que pierda agua o incluso que reviente.

Fuente: Los Andes