Cuando les enseñamos las partes del cuerpo a los niños, decimos con firmeza: 'nariz', 'boca', 'ojos', pero cuando llega el turno de los genitales los adultos dejamos volar nuestra creatividad e inventamos apodos de lo más originales con tal de esquivar su nombre real. Así es como surgen 'pitito', 'cachufla' y más variantes. Pero, ¿por qué nos pasa esto? ¿Acaso deberíamos enseñarles a los chicos las palabras correctas para sus genitales?

Llamar a las cosas por su nombre

"Todas las partes del cuerpo son igual de importantes y deben ser nombradas por la palabra correcta. Si nombramos a la pierna, pierna, ¿por qué tendríamos que llamar a vulva, cachufla o al pene, pito?", explica la psicóloga Karina Pintos.

"Cuando nombramos con palabras inventadas damos a entender, quizá sin querer, algo prohibido o que no puede ser nombrado. En cambio, cuando nombramos correctamente, explicamos, enseñamos y estamos previniendo el abuso sexual infantil. Y, sobre todo, estamos dando lugar a la palabra, esas palabras que le van a permitir a los chicos contarnos si algo les pasa o indicarle a alguien que los esta tocando, que esa parte no se las puede tocar", añade la experta.

¿A partir de qué edad hay que abordar el tema con los niños?

Según Pintos, desde el nacimiento, todas las partes del cuerpo deben ser señaladas por su nombre, porque esa es la forma de darles pertenencia y de integrarlas al cuerpo de nuestros hijos.

"En relación a la privacidad de las mismas, es necesario hablarles desde muy pequeños. Lo podemos hacer desde que tienen meses, pero con mucho cuidado, nunca desde el reto, la vergüenza o lo prohibido, porque si en algún momento llegan a ser víctimas de un abuso, es necesario que puedan tener la confianza suficiente para contarlo. Verbalizaciones del tipo, 'nadie puede jugar o tocar tu pene, testículos, vulva', son necesarias y educan en relación al cuidado del propio cuerpo", sostiene la psicóloga.

Por su lado, la Academia Americana de Pediatría sugiere explicarles a los chicos que las partes íntimas "son aquellas que están cubiertas por un traje de baño" y enseñarles una regla clara: No es bueno que nadie mire o toque sus partes íntimas. "Es más fácil para un niño seguir una regla y, además, lo ayudará a reconocer inmediatamente un 'contacto malo' si tiene en cuenta esta pauta", aclaran.