Hoy los manjares son cada vez más globales. Sin embargo, siempre es bueno aprovechar la oportunidad para abrirse a degustaciones poco habituales. Por estas latitudes es posible que el término “piadina" no sea familiar, pero es un pan muy famoso en Italia. Fino, de simple preparación, no lleva levadura. Su delgado exterior es ligeramente crujiente y su interior suave. 

El chef calabrés Ariel Paoletti explica que la piadina es el preparado emblema de la región central de Romaña y por eso se lo conoce como piadina romañola. Es “el plato” por excelencia de esta zona formada por las provincias de Rávena, Forlì-Cesena, Rímini y partes de la provincia de Bolonia.

“Es un producto gastronómico compuesto por una masa hojaldrada elaborada con harina de trigo, grasa de cerdo, sal y agua. Tradicionalmente se cocina en un plato de terracota, llamado teglia. Pero hoy en día es más común cocinarla sobre placas de metal o sobre piedras refractarias llamadas testo”, explica.

La simpleza de la fórmula la convierte en una excelente forma de preparar una comida -apta vegetarianos y veganos- en poco tiempo y sin necesidad de ser un experto en el arte de amasar ni tener que esperar a que la masa leve. Otra ventaja es que no hace falta encender el horno ya que se prepara en una plancha sobre la hornalla.

Es un pan similar al chapati y a las fajitas que han renovado algunos de nuestros hábitos culinarios. Redondo, fino y flexible, sin levadura, requiere poca y rápida cocción. La receta de este pan plano original se realiza con manteca de cerdo, pero la modernidad hizo que la fórmula se adapte a otras materias grasas como aceite de oliva o manteca.

Antiguamente, esta comida destinada a la población más humilde, ya que la fórmula resulta económica. Lo que encarece a la receta es el relleno que se le coloque. 

Cómo se hace la piadina italiana

Prepararla es tan sencillo como mezclar los ingredientes, amasar y formar un bollo. Se deja descansar y luego se corta en las porciones deseadas (ideal, de unos 150 gramos cada una). Nuevamente otro descanso y se estiran bien finitas, dándole forma redonda. Luego llevan una breve cocción en la plancha.

Mirá el paso a paso de la receta de la piadina italiana

Y aunque podés rellenarla (ahora te decimos cómo), el chef Paoletti advierte: “En Italia suele comerse con otros alimentos untados. El más tradicional es el queso de la Romaña denominado squacquerone, decorado con hojas de rúcula y acompañado por jamón crudo”. Sin embargo, su combinación preferida es la de mortadela con pistacho, queso azul y rúcula fresca.

Con qué se rellena la piadina

Los rellenos son infinitos: quesos untables, frescos, duros o semiduros; verduras grilladas, salteadas, horneadas, fritas o frescas; fiambres de todo tipo, carnes cocidas… todos son válidos, pero algunos son más clásicos que otros.

“Algunas preparaciones poseen nombres propios, como puede ser el crescione o cassone o cascione, que es una preparación de la piadina con espinaca y con una base de mozzarella y tomate con tiras de embutidos”, cuenta Paoletti.

Para conservarlas en la heladera, hay que cubrirlas bien con papel film, o dentro de una bolsa bien cerrada. Se mantienen por dos días. Es fundamental que no estén en contacto con el frío directo para que no se sequen. Otra opción para alargar la vida útil de este pancito plano es llevarlo cocido al freezer.

Antes de comerlo, necesita ser “regenerado”, esto quiere decir que hay que calentarlo un poco para que vuelva a estar elástico, ya sea con un paso veloz por la sartén o plancha o unos segundos de microondas (aunque con este método pierden la “crocantez” externa).

Ya sabés, cuando no tenés pan o no sabés qué cocinar, no hay excusa para no prepararse una piadina rellena.