La limpieza del hogar no es algo que siempre sea fácil. Uno de los sitios en los que más suciedad se acumula y con el que podemos tener más problemas son los rieles de las ventanas y de las puertas correderas. Por ello, nosotros queremos mostrarte dos formas en las que puedes realizar esta limpieza de un modo muy simple y rápido.

Limpiar los rieles con jabón de lavavajillas

El jabón de lavavajillas es uno de los mejores productos que tenemos para efectuar esta limpieza. Y es que por muchos productos que usemos, el jabón siempre debe estar como primera opción. ¿Por qué? Pues porque es muy efectivo y es mucho menos nocivo que otros productos que podamos encontrar en las tiendas.

Para empezar, debemos tomar un pequeño aspirador para sacar la suciedad más grande que se haya depositado en estos espacios tan pequeños. Si no tenemos un aspirador, un secador también servirá.

Cuando hayamos pasado el aspirador o el secador, debemos emplear el jabón. Para ello, usa una botella con rociador. Añade agua tibia en ella y unas gotas de jabón. Agita bien la botella para que el jabón se diluya. Cuando lo tengas, solo debes rociar los rieles con esta mezcla. Deja que el agua se impregne y luego retírala con un papel absorbente o con un trapo.

Si empleas este método, debes tener en cuenta de usar un trapo a la hora de rociar las puertas y ventanas. Con ello, no protegerás las paredes de la solución sobrante.

Limpiar los rieles con vinagre y bicarbonato de sodio

Otra forma fácil que tienes de limpiar los rieles es usando vinagre y bicarbonato de sodio.

En este caso, debes empezar como te hemos indicado anteriormente: aspirando la suciedad más grande. Cuando ya lo tengas, espolvorea bicarbonato de sodio por todos los rieles. Ten en cuenta que debes usar bastante, ya que los rieles deberían quedar casi cubiertos.

Una vez lo hayas hecho, es momento de usar el vinagre. Rocía el vinagre por encima del bicarbonato con la ayuda de una botella rociadora. Verás que se hace una pequeña pasta que deberás retirar con un paño húmedo.

Si la suciedad está muy pegada y ves que quedan restos de ella, puedes repetir la operación tantas veces como sea necesario. Y, además, puedes ayudarte de un cepillo pequeño para frotarla.

Cuidado y mantenimiento de los rieles

Ya hemos visto cómo podemos limpiar los rieles de las puertas y de las ventanas sin mucho esfuerzo. Sin embargo, dejar que la suciedad se acumule puede hacer esta tarea mucho más difícil y compleja. Por este mismo motivo, te aconsejamos que sigas unas pautas de mantenimiento para evitar que esta suciedad se quede fijada en ellos.

Lo primero que debes hacer para cuidar tus rieles y asegurarte que las puertas y ventanas cierren bien es limpiarlos cada semana. Para ello, lo mejor es hacerlo con agua y jabón. Tal y como te hemos mencionado anteriormente, solo debes mezclar el agua con el jabón y rociar los rieles con esta solución. Luego, simplemente pasa un paño para eliminar la suciedad. Como no se habrá incrustado mucho, verás que con una sola vez tendrás suficiente.

Los rieles de las ventanas y de las puertas necesitan mucho más que una limpieza cada mes o cada cuando nos acordamos. De hecho, cada vez que limpiamos las ventanas es un buen momento para ocuparnos también de los rieles. Debemos tener en cuenta que el buen estado de estos es necesario para que todas las puertas y ventanas nos cierren bien. De no ser así, el aislamiento que estos nos proporcionan no será el correcto.