Mesita de noche incómoda

El objeto que uses puede ser de lo más creativo: desde una silla hasta un baúl antiguo. La clave es que lo que haga de mesita tenga la altura correcta, se indica en el sitio Apartment Therapy. La altura ideal, tanto a nivel estético como funcional, sería aproximadamente igual a la de la parte superior del colchón.

Falta de privacidad

Una de las funciones más importantes de la habitación es ofrecer privacidad, se explica en el sitio Homify. Si las ventanas son grandes, puedes colocar cortinas oscuras para lograr una separación con el exterior. Si no cuenta con una pared o puerta que la divida del resto de la casa, puedes recurrir a un biombo o una cortina que también cumpla una función decorativa.

Cuestión de tamaño

Al elegir los muebles del dormitorio y su ubicación, es fundamental tener en cuenta el tamaño de la habitación, según Homify. Un gran error sería elegir una cama tan grande ¡que no puedes caminar alrededor! Si tu dormitorio es pequeño, sigue algunas recomendaciones de House Beautiful:

– No temas usar color. Es un mito que los tonos oscuros no puedan usarse en espacios pequeños. De todos modos, también puedes optar por alguno más claro que imite la luz del sol.

– Aprovecha bien el espacio. Por ejemplo, si vas a incluir un escritorio en tu recámara, haz que cumpla también la función de mesita de noche. También, puedes optar por colocar lámparas de pared, que ocupan menos lugar.

– No olvides el espacio debajo de la cama. Puedes usarlo para guardar lo que quieras.

– Coloca espejos. Este clásico y simple truco logra que el espacio se vea más grande.

Ubicación incorrecta de la cama

Su posición puede ser fundamental para un buen descanso. Para saber cómo colocarla, según Apartment Therapy habría que seguir los principios del Feng Shui. De acuerdo a esa antigua filosofía china, la cama debería estar en la “posición de comando”. Es decir, ubicada de forma que veas la puerta (y quién entra) pero dejando cierta distancia de ella. Además, si el tamaño de la recámara lo permite, debería haber espacio alrededor de la cama, es decir, no ponerla en un rincón. La cabecera debería ir contra la pared.