Las vacaciones pueden traer algunas complicaciones para las personas con diabetes, quienes deben adaptar su tratamiento a comidas que desconocen, planes irregulares de actividades y a un incremento de la práctica de ejercicio. Los horarios de inyección de insulina y las comidas pueden requerir un ajuste si el país que se visita tiene otro huso horario. Por otro lado, la persona con diabetes debe saber como pedir y obtener ayuda médica en el idioma del país que visita.
Qué llevar: El viajero deberá llevar suficiente insulina para que le dure durante todo el viaje, y un poco más por previsión. Las insulinas que se consiguen en otros países pueden tener una composición u origen distinto a la que normalmente se usa.
Es indispensable llevar una buena provisión de las tiras que vienen para medir el nivel de azúcar en la sangre. Terrones de azúcar también constituyen un insumo esencial para el viaje.
La medicación: el manejo de la diabetes se realiza cada 24 horas siguiendo el esquema de la medicación. Las personas con diabetes que viajan en sentido Norte o Sur, no deben realizar ajustes en función de la hora. Sin embargo, si viajan al Este o al Oeste y cambian de huso horario, sí deben hacerlo, dado que el día se alarga o acorta dependiendo de la dirección en que se viaje.
Cuando se cambian 5 o menos husos horarios, no hay que modificar la rutina de aplicación de insulina. Que si debe ajustarse al cambiar en 6 o más los husos horarios.
El auto monitoreo del nivel de glucosa con las tiras que vienen para tal fin es la herramienta clave para la persona con diabetes. Así puede determinar la necesidad de ajustar la dosis de insulina necesaria. Para quienes no son insulino dependientes, el monitoreo periódico les permite regular hábitos alimenticios y la práctica de ejercicio a su rutina diaria.
Los que viajan más allá de 6 husos horarios: en el día de salida, la persona con diabetes debe tomar su dosis habitual de insulina antes del desayuno. En el avión, se aconseja el monitoreo del nivel de glucosa antes de cada comida o por lo menos cada 6 horas durante el vuelo. Unas 18 horas después de la inyección de insulina, sin importar si la persona se halla aún volando o arribó a su destino, debe testearse el nivel de glucosa. Si la misma es de 240 mg/dl o menos, se puede esperar hasta la mañana siguiente para tomar la dosis normal de insulina a la hora de siempre. Si el nivel de glucosa es mayor a 240 mg/dl, se debe aplicar una dosis suplementaria de insulina igual a la tercera parte de lo que utilizó a la mañana, seguida de una comida o un snack.
Prevención de una Hipoglucemia: Los viajes generalmente generan grandes modificaciones de la rutina diaria. Las comidas pueden retrasarse o puede no haber comida a la hora del almuerzo. La actividad física generalmente se incrementa mucho. Todos estos factores aumentan el riesgo de una hipoglucemia. Por eso, hay que comer alimentos extra cuando se realiza actividad física en exceso durante los viajes.
La persona con diabetes cuando viaja, debe recordar de llevar snacks (galletitas o frutas secas) para ingerir si una comida se demora o si fuera necesario, como suplemento de lo que ingiere.
Los terrones de azúcar y otras fuentes de rápida absorción de azúcar también deben estar a mano en caso que aparezcan síntomas de una hipoglucemia.