Para evitar problemas de higiene, enfermedades, infecciones y alergias lo recomendable es cambiar las sábanas todas las semanas y lavar las almohadas al menos dos veces al año. Sin embargo, no deberías olvidarte del colchón. Además de darlo vuelta es importante lavarlo adecuadamente, ya que de lo contrario puede convertirse en el objeto más sucio de tu dormitorio y albergar una infinidad de hongos, bacterias y partículas microscópicas.

Un ingrediente común en las despensas tiene la llave para que puedas completar este proceso de limpieza: se trata del bicarbonato de sodio. Especialistas recomiendan desinfectar el colchón una vez cada seis meses.  Antes no está de más utilizar la aspiradora para eliminar previamente el polvo y el cabello, así como aplicar limpiador o detergente para platos para eliminar las manchas antiguas. También puedes probar con vinagre blanco. 

Una vez que la parte superior de su colchón esté libre de escombros, es hora de desodorizarlo. Aquí es donde el bicarbonato de sodio es útil; agítalo generosamente para esparcirlo sobre el colchón, usando bastante cantidad si se trata de tu primera limpieza profunda.

Se debe dejar que el bicarbonato de sodio haga su trabajo durante 24 horas. Para acelerar la limpieza puedes masajear el bicarbonato, ideal para acabar con los malos olores. Para finalizar, aspira de nuevo con el fin de absorber el exceso de polvo.

Fuente: Computerhoy