El mundo ofrece un sinfín de rincones diversos donde la naturaleza es protagonista, y a veces, ésta es implacable y extrema. Sitios gélidos, con volcanes activos y rugientes o con lluvias de las que es casi imposible protegerse.
 

Vostok Station.

Uno de ellos es la Vostok Station, en la Antártida, el punto más frío de la Tierra. El 21 de julio de 1983, en la base de la en ese momento Unión Soviética, se registró una temperatura de -89,2°C, información que fue catalogada por el doctor Stephen Warren, de la Universidad de Washington.
 

Por otro lado, se alza el Valle de la Muerte, el desierto californiano que se posiciona como el lugar más caluroso del mundo, según datos de la Organización Meteorológica Mundial. Sus altas temperaturas y aridez lo hacen inhabitable. La temperatura máxima registrada fue de 56.6°C y el promedio diario es de 45°C.
 

Valle de la Muerte.


Mawsynram, en la India, se destaca por otras razones: tiene una precipitación anual promedio de 12 metros, por lo que es el lugar más húmedo. Los locales ya están acostumbrados, pero cuando trabajan en exteriores utilizan un paraguas de cuerpo entero realizado a partir de caña de bambú que atan a sus espaldas.
 

Más cerca, el fantástico desierto de Atacama, en Chile, es el lugar más seco del planeta Tierra. Por su parecido con Marte, fue elegido para testear el robot Curiosity antes de ser enviado a explorar el Planeta Rojo. Es un ambiente árido que impacta y que parece salido de una película de ciencia ficción.
 


La Commonwealth Bay, en la Antártida, es una bahía de 48 kilómetros de largo que fue descubierta en 1912 y es azotado por los vientos más fuertes del planeta. A este flujo concentrado de aire helado se lo conoce como viento catabático y alcanza la velocidad de 242 kilómetros por hora.
 

En Hawái, en cambio, se alza el volcán Kilauea, el más activo del mundo. En el año 1983 entró en erupción, y desde ese momento no para. Es el más activo de los cinco volcanes de Hawái, destruyó cientos de hogares, pero también creó cientos de hectáreas de tierra fértil.
 

Paradise, en el estado de Washington de Estados Unidos,  es el lugar más nevado del mundo. Según el Servicio de Parques Nacionales de ese país, la caída anual de nieve tiene un máximo promedio de 29 metros.