La pasta es un plato que nunca falla. Económico, rico, fácil y rápido de hacer. A pesar de que a algunos les resulte una receta aburrida, existen varias salsas ideales para acompañarla y agregarle sabor. Cocineros italianos recomendaron que guardar el agua de la olla es una excelente idea por un curioso motivo.

Cuando la pasta está lista, la mayoría de las personas echan el agua con las que las cocinaron al desagüe. Sin embargo, guardar tan sólo una taza de la misma puede servir de mucho. El paladar estará agradecido. El truco tiene que ver con agregar un poco del agua de cocción a la salsa.

Si bien es muy simple, este truco cambiará por completo la delicia del plato. Como resultado, se tendrá una pasta más sedosa y sabrosa. El agua tiene un extra de sal y almidón que podrán convertir una simple salsa en una de un costoso restaurante italiano. Bolognesa, pesto, cuatro quesos, rosa, blanca, con pollo, con mariscos; todas estas salsas pueden volverse mucho más ricas tras volcarles un taza de agua de cocción.