La toma de conciencia sobre el cuidado del medio ambiente y, sobre todo, el costo de la energía eléctrica lleva a la gente a tratar de consumir menos y evitar molestias que duelan al bolsillo. En este sentido el uso de lámparas de bajo consumo es casi una obligación y de hecho algunas campañas oficiales han apoyado su uso. Sin embargo, todavía hay dos barreras que impiden que este tipo de tecnologías sean totalmente aceptadas en todos los hogares. La primera es el precio, algo que, si se piensa a largo plazo, no es tal. La segunda es la falta de un conocimiento cabal de la propuesta.

Es una realidad que el costo es más alto que las lámpara comunes, pero también es una realidad que tienen una vida útil 8 veces mayor y consumen menos electricidad. En este punto, como en otro, los productos de bajo consumo tienden a ser más caros, pero se amortizan con el ahorro.

La empresa Philips dio a conocer algunos detalles para disipar dudas sobre su uso

* La oferta de bajo consumo actual está pensada para que los usuarios puedan migrar de las lámparas tradicionales sin tener que modificar nada de la casa.

* Respecto de si estas lámparas iluminan bien o no, la realidad es que depende del modelo que se elija y para qué tarea sea utilizada. Hay diferentes propuestas con iluminación más cálida (para el living o los cuartos) y otras más frías (para la cocina o el baño). En el caso puntual de Philips, lanzaron un paquete de lámparas de bajo (tipo combo) donde cada opción está pensada para iluminar un espacio particular del hogar.(living, dormitorio, cocina, jardín), de forma tal que se logre el efecto buscado y baje el consumo de electricidad.

* Muchas veces las lámparas de consumo no son elegidas porque su estética no ayuda a la decoración. Y si bien esto es cierto, a medida que el segmento crece, la oferta de productos también. En la actualidad, ya se pueden encontrar productos de bajo consumo con formas similares a las lámparas tradicionales (las bombitas).

* No es recomendable usarlas en espacios donde se prenden y se apagan constantemente (como el baño o la cocina). Esto es así porque el hecho de encenderlas y apagarlas en forma permanente reduce sensiblemente su vida útil. Sin embargo, cabe considerar que las lámparas de bajo consumo, como su nombre lo indica, consumen menos, por ello no hace falta tampoco apagarlas cada vez que se sale de la habitación.

* Más allá de que resulta difícil romper con la rutina, la migración hacia las opciones de bajo consumo no sólo es económica sino también amigable con el medio ambiente. Las lámparas de bajo consumo pueden llegar a ahorrar un 80 por ciento de electricidad, en comparación con las tradicionales.

Fuente: Espacio Living/Philips Argentina