El mantel blanco quedó en el pasado. Para este Año Nuevo 2026, la tendencia es animarse a los colores y dejar atrás lo tradicional. Las mesas se llenan de tonos tierra, matices metálicos y verdes vibrantes, ya que se busca renovar la energía y darle personalidad a cada brindis.

Según especialistas en decoración, el blanco ya no es el protagonista indiscutido de la mesa festiva. Ahora, la clave está en crear un ambiente cálido, natural y con mucha onda.

Los colores que pisan fuerte en 2026

Entre los tonos que marcan tendencia para el brindis aparecen los beige, terracota, arena y verde oliva. Son ideales para quienes buscan un clima relajado y sofisticado a la vez. Estas gamas neutras evocan calma y naturaleza, y combinan perfecto con vajilla artesanal o detalles en madera, dos hits de la temporada.

Estos colores forman una nueva decoración para la mesa del Año Nuevo 2026

Para los que se animan a más, los metálicos son un must. El dorado viejo, el cobre y el bronce suman un brillo sutil y moderno, lejos de los excesos del glitter. Se pueden sumar en detalles como servilleteros, candelabros o cubiertos, al generar un contraste elegante con manteles cálidos o neutros.

El verde esmeralda se impone como el color de la abundancia y la renovación, ideal para atraer prosperidad. Si lo combinás con blanco roto o acentos dorados, lográs una mesa vibrante pero equilibrada. En la misma línea, el azul profundo gana terreno: representa estabilidad y serenidad, dos deseos que nunca faltan al arrancar un nuevo año.

Se puede jugar con los diferentes tonos para llegar a una armonía visual.

Una mesa con intención y mucho significado

Más allá de lo estético, cada color tiene su propio simbolismo. El dorado se asocia con la prosperidad, el verde con la esperanza y el crecimiento, y el terracota con la conexión emocional y la armonía. Por eso, muchos decoradores recomiendan elegir los tonos al pensar en lo que se quiere atraer en 2026.

Además, los manteles con texturas naturales son tendencia: lino, algodón rústico o mezclas con fibras recicladas. Estos materiales aportan una sensación más orgánica y relajada, en sintonía con el espíritu sustentable que marca la decoración actual. Los caminos de mesa tejidos o los estampados botánicos reemplazan a los clásicos lisos, sumando dinamismo sin perder elegancia.

El cambio de color no es solo una cuestión de moda. Es una nueva forma de vivir las fiestas, más cercana y con propósito. La tendencia 2026 invita a dejar atrás lo rígido y a recibir el año con una mesa que refleje emociones, estilo y ganas de empezar de nuevo.