Mantener los acolchados limpios y frescos puede ser un verdadero desafío, sobre todo durante los meses fríos, cuando cuesta más lavarlos y secarlos. Sin embargo, desde Alemania llegó un truco casero que promete dejarlos como nuevos sin usar el lavarropas y con muy poco esfuerzo.

El secreto está en mezclar bicarbonato de sodio y sal gruesa dentro de pequeñas bolsitas de tela que se colocan sobre la funda del acolchado.

Estos dos ingredientes naturales tienen propiedades que eliminan olores, absorben la humedad y combaten bacterias, y dejan la ropa de cama limpia y lista para usar.

Cómo se hace el método, paso a paso

  1. Prepará las bolsitas: usá una tela fina (puede ser gasa o un pedazo de sábana vieja).
  2. Agregá los ingredientes: colocá dos cucharadas de bicarbonato de sodio y dos de sal gruesa en el centro de la tela.
  3. Cerrá bien las bolsas con hilo o una bandita elástica para que el contenido no se derrame.
  4. Distribuilas sobre el acolchado, especialmente en las esquinas y el centro.
  5. Dejá actuar entre 24 y 48 horas. Después de ese tiempo, el acolchado recuperará su frescura y suavidad.
Las bolsitas de tela de bicarbonato y sal gruesa sirven para eliminar los malos olores.

Por qué funciona este truco

  • El bicarbonato de sodio absorbe la humedad y neutraliza los malos olores, lo que evita el olor a encierro.
  • La sal gruesa ayuda a eliminar bacterias, repele la humedad y mantiene un ambiente más seco y limpio.

Juntos forman un combo natural y efectivo para conservar los acolchados frescos durante todo el año, especialmente en invierno, cuando cuesta más ventilarlos o lavarlos con frecuencia.

Precauciones y recomendaciones

  • Asegurate de que las bolsitas estén bien cerradas para que los ingredientes no manchen la tela.
  • Si tenés piel sensible o alergias, evitá el contacto directo con los ingredientes.
  • Este método no reemplaza una limpieza profunda, pero ayuda a mantener el acolchado libre de olores y humedad entre lavados.