Sentir que el auto no arranca es una de esas situaciones por las que ningún conductor quiere pasar. En la mayoría de los casos, el problema está en el mismo lugar: la batería. Es el elemento que pone en marcha todo el sistema eléctrico del vehículo y, cuando empieza a fallar, el auto lo hace notar. Aunque muchas veces parece que la batería ‘se murió de golpe’, casi nunca es así realmente. Su rendimiento se va deteriorando de a poco, y el auto suele dar varios avisos antes de quedarse sin energía y de dejar de funcionar.
Detectar esas señales a tiempo no sólo evita quedar varado en la calle, también permite cambiar la batería de forma planificada y sin apuro. Con algunos cuidados simples, además, se puede estirar su vida útil bastante más de lo que se cree. En promedio, una buena batería de auto tiene una vida útil de entre tres y cinco años. Con un uso responsable y buen mantenimiento, puede llegar incluso a seis. Pero ese rango no es una regla fija: influyen factores como el clima, los trayectos diarios y la cantidad de dispositivos eléctricos que se usan a bordo.
En zonas con mucho calor o frío extremo, la batería trabaja más exigida. También se desgasta antes cuando el auto hace recorridos cortos y no llega a recargarse del todo. Y si se le suman sistemas que consumen energía, como pantallas, GPS o cargadores USB, la demanda se multiplica. Por eso, más que quedarse con la antigüedad, lo ideal es prestar atención a los síntomas que el auto da cuando la batería empieza a perder fuerza.
Síntomas de una batería que está por agotarse
1- Arranque lento o con esfuerzo. Si al girar la llave o presionar el botón de encendido el motor tarda más de lo habitual en reaccionar, es una alerta clara. La batería puede seguir funcionando un tiempo, pero esa demora indica que ya no entrega toda la potencia necesaria. Si el auto estuvo parado varios días, puede descargarse sin estar dañada. Pero si el problema se repite a diario, es momento de revisarla.
2- Luces y sistemas eléctricos más débiles. Otro síntoma frecuente es notar que las luces delanteras se ven más tenues o que los levantavidrios funcionan con lentitud. También puede pasar que el sistema multimedia se apague solo o se reinicie. Todo eso ocurre porque la batería ya no alcanza a alimentar todos los circuitos eléctricos del auto.
3- Luces de advertencia en el tablero. Algunos modelos muestran en el tablero el ícono de una batería cuando hay problemas de carga. No significa necesariamente que esté agotada, pero sí que algo en el sistema eléctrico no está funcionando bien. En ese caso, lo recomendable es llevar el auto a un taller para medir el voltaje con un tester. Si el valor está por debajo de los 12,2 voltios, probablemente sea hora de cambiarla.
4- Señales visibles en la propia batería. Una revisión rápida debajo del capó también puede dar pistas. Conviene prestar atención a: batería hinchada o deformada (suele deberse al calor o a una sobrecarga), costras blancas o verdosas en los polos (indican corrosión), olor fuerte o a quemado (señal de fugas o gases internos).
5- Antigüedad mayor a cuatro años. Incluso si no hay síntomas evidentes, una batería que ya superó los cuatro o cinco años probablemente esté cerca del final de su ciclo. Lo mejor es controlarla periódicamente para evitar una falla inesperada.
