El color es una herramienta clave en la decoración del hogar. Puede transformar por completo la sensación de un espacio: hacerlo más luminoso, cálido o, por el contrario, hacerlo parecer más chico de lo que realmente es.
Elegir los tonos equivocados en paredes o muebles puede reducir visualmente los ambientes, especialmente en casas o departamentos con poca luz natural.
Por eso, identificar cuáles son los colores que “achican” los espacios es fundamental para lograr lugares más equilibrados y confortables.
Los tres colores que hacen ver más chico un ambiente
- Negro
Aunque aporta elegancia, el negro puede resultar contraproducente en habitaciones con poca iluminación. Al absorber la luz, genera un efecto cerrado o asfixiante que reduce la sensación de amplitud.
Los especialistas recomiendan usarlo solo en detalles decorativos, marcos o muebles puntuales, y evitarlo en paredes o techos completos.
- Rojo oscuro
Es un color lleno de energía, pero en sus tonos más intensos puede saturar el ambiente y hacerlo parecer más cerrado. Cuando se aplica en superficies grandes —como paredes o cortinas—, limita la sensación de aire y profundidad.
En dormitorios o salas pequeñas incluso puede afectar el descanso, por eso se sugiere usarlo en pequeñas dosis o en accesorios.
- Marrón
El marrón transmite calidez, pero en ambientes chicos puede generar un efecto pesado. Usado en exceso, quita luminosidad y achica visualmente el lugar.
La clave está en equilibrarlo con tonos claros, beige o cremas, o reservarlo para muebles, textiles o detalles decorativos.
Cómo elegir los tonos que hacen ver tu casa más amplia
Si querés que tu casa se vea más amplia y luminosa, apostá por tonos neutros y claros como el blanco, el gris perla o los pasteles suaves. Estos colores reflejan mejor la luz y crean una sensación de mayor espacio y armonía.

