El tercer hijo de Tamara Luján (24) y su pareja Mario Rivero (24) pudo no ser. En el octavo mes de gestación los médicos fueron francos: podía morir. Por sus alteraciones en la presión sanguínea, por un problema llamado placenta previa, que ocurre cuando ese tejido obstruye el cuello del útero. Dos semanas estuvo internada con la indicación de reposo absoluto, dos semanas que acarrearon un cuadro depresivo en sus otros dos hijos (hoy de 7 y 4 años) que no comían ni querían hacer nada porque no la veían. Entonces fue que Tamara y Mario le pidieron a la Difunta Correa por el tercero de sus niños, prometiéndole juntar dinero para entregárselo, y construir una gruta con su imagen en su casa. El día del parto por cesárea no hubo problemas, pero el miedo parecía haberse ensañado con la pareja porque tres días después les dijeron que el chico iba a ser especial por un problema de hipotiroidismo. Otra vez hubo súplicas, otra vez rezos. Y resultó un error, el bebé no tenía nada.

El ladrón dejó un cuchillo pero como que tuvimos que rogarle a la Policía para que se lo lleve.
TAMARA LUJÁN – Víctima

Desde hace dos años, la consecuencia feliz con ese nene, los llevó a juntar monedas y billetes en una suerte de cofre. Pero el domingo en la noche, un delincuente aprovechó que quedó sola la casa que les prestan en el Loteo Palmares II en Chimbas (Díaz entre 25 de Mayo y Centenario), y les robó de todo.

Los más de $7.000 pesos que habían juntado para la Difunta, la moto Corven 110 cc que Mario usaba para ir a sus trabajos de albañil, en Albardón por la mañana, en lo de su abuela por la tarde. Una bicicleta de carrera que tenía un valor sentimental, pues el padre de Mario se la regaló luego de comprársela al multilaureado Daniel Efraín "Pitufo" Castro, quien llegó a competir en el circuito profesional europeo.

Fue el domingo alrededor de las 22. Eso quedó registrado, aunque no claramente, en la cámara de seguridad de un vecino. Tamara recordó que ese día salieron alrededor de las cuatro de la tarde invitados al cumpleaños de su hermano en Concepción. Y que cuando regresaron encontraron la puerta de rejas arrancada de cuajo, la de madera desencajada y adentro todo revuelto.

Al revisar notaron que les habían robado los ahorros para la Difunta, la moto de Mario, la bicicleta tan querida, también dos tabletas, una mochila, ropa. "Y eso que no prendió la luz porque nos podría haber dejado sin nada", dijo ayer la joven.

"Cuando llegamos vimos una campera y un cuchillo, pero en la Policía no se lo querían llevar. Me cansé de llamar hasta que al último se lo llevaron como de mala gana recién ayer (por el lunes)", disparó.

Y agregó: "Eso es lo que me da bronca. Nosotros somos pobres, todo lo que tenemos lo hemos comprado en cuotas porque nunca pedimos que nos regalen nada. Somos pobres pero eso no significa que no tengamos derecho a nada, no me gustan las injusticias y menos de la Policía… se supone que están para hacer algo, no para que les roguemos, del cuchillo tal vez sacaban huellas".

Tamara confesó que le cuesta dormir por las noches, pero que juntará otra vez plata para la Difunta por el "regalo milagroso" de poder tener a su hijo.