Ayer, el Estadio Cubierto Aldo Cantoni se transformó en un escenario de un evento inédito para alabar a Dios. Se trató del concierto de música católica que brindó la misión evangelizadora de México "Cielo Abierto" que terminó dando origen a dos recitales en paralelo. Por un lado las canciones de los músicos visitantes y, por otro, el rezo de la gente que colmó el lugar y que se emocionó hasta las lágrimas.

Como en un evento deportivo de nivel nacional o internacional, ayer el Estadio tuvo lleno total. Aunque esta vez el motivo fue religioso y con un evento fuera de lo común en la provincia. Por primera vez "Cielo Abierto" llegó para alabar a Dios a través de la música.

El concierto duró casi dos horas ante un público que rezó mientras los misioneros interpretaron sus cantos de alabanza.

Devoción. La gente rezó durante todo el concierto que brindó “Cielo Abierto”.

Las cientos de sillas que ubicaron en el sector de cancha del Estadio estaban ocupadas, al igual que las butacas de las tribunas habilitadas. Es por eso que los fieles que llegaron un poco más tarde tuvieron que conformarse con escuchar el recital desde los pasillos o detrás del escenario. Pero, pese a la multitud, el concierto tuvo una impronta muy diferente. Los espectadores lo escucharon en completo silencio y sin saltar. Sólo rezaron mientras los músicos interpretaron las canciones y levantaron las manos hacia el cielo para recibir el amor de Dios, tal como pidieron los misioneros que hicieran.

Emoción. Las canciones de “Cielo Abierto” emocionaron hasta las lágrimas.

El único sonido que rompió de tanto en tanto el silencio, pero sin alterar la paz, fueron los aplausos de la gente al término de cada canción. Momento también en que dejaron salir su emoción. Es que los misioneros pidieron que levantaran las manos quienes habían perdido un ser querido en la pandemia, los que no llegaban a fin de mes con sueldo y los que querían recibir a Dios en sus corazones.

El abrazo. La gente que asistió al concierto se abrazó en señal de fraternidad.

En medio del recital, monseñor Jorge Lozano subió al escenario portando el Santísimo y ese fue otro momento de emoción de la gente. Algunos de los espectadores hasta se arrodillaron para compartir ese momento que también fue acompañado por las canciones de los misioneros.

Niños, jóvenes, adultos y adultos mayores asistieron al Estadio para participar de este concierto que tuvo como objetivo no sólo evangelizar a través de la música, sino también hacer que los sanjuaninos pasaran un buen momento de paz interior y devoción. Es por eso que en otro momento de pausa los misioneros le pidieron a la gente que abrazara fuerte a la persona que tenía al lado, aunque no la conociera. Dijeron que era la forma de compartir el amor de Dios. El concierto continuó pero con ritmo de rap y urbano para contagiar el entusiasmo a los jóvenes presentes.

 

Protagonista

 

Carlos Figueroa – De La Bebida, junto a su hijo

"Este tipo de eventos son espectaculares porque te llenan el alma. En esta época de angustia y violencia en la que vivimos como sociedad hacen muy bien porque dan paz interior. Estoy feliz de compartirlo con mi hijo".

 

Nadia Comerio – De Parroquia del Valle

‘Vinimos con todo el grupo de la Parroquia Nuestra Señora del Valle de Santa Lucía porque se trata de un evento imperdible y que no se da a menudo. La verdad es que increíble la paz y fe que nos ha generado a todos".

 

Cecilia Oro – Vecina de Santa Lucía

"No he podido dejar de llorar desde que los músicos interpretaron la primera canción. Es que sus letras te llegan al alma y verdaderamente se siente que estás alabando a Dios a través de la música. Es muy bonito".