¿Bajo control? El plan de Luis Caputo para marcarle la cancha al dólar es visto con buenos ojos por parte de los operadores del mercado que consideran a este mecanismo como viable para estabilizar el precio de la divisa.

Después de una descontrolada devaluación del peso que llega al 50% en lo que va del año, el Banco Central quiere marcarle la cancha al tipo de cambio a partir de un esquema de bandas de flotación que le pondría piso y techo al dólar en un rango determinado entre 32 y 40 pesos.

Sería abandonar, hasta nuevo aviso, el dogma de "flotación libre" del dólar.

Si bien desde el Banco Central evitan hablar del tema hasta que se anuncie el nuevo acuerdo con el FMI, en el mercado ya lo dan por hecho y lo consideran positivo para poder estabilizar la moneda. El dato no pasó desapercibido ayer ya que la divisa estadounidense volvió a cerrar en baja.

El mecanismo consiste en fijar un rango dentro del cual el dólar puede moverse libremente. En caso de ubicarse sobre el techo de la banda, el Banco Central vende divisas de forma tal de bajar la cotización hacia el interior de la banda. Por el contrario, si el tipo de cambio se ubica por debajo del piso de la banda, se deberán comprar dólares para provocar un reacomodamiento al alza.

Tras el ensayo de las subastas de divisas, y las intervenciones "sorpresa" monitoreadas por el FMI, el titular del Banco Central, Luis Caputo, habría consensuado con el organismo crediticio modificar el esquema de intervenciones en el mercado cambiario.

Se habla de una banda cambiaria bastante amplia: un techo que va de los 40 a los 44 pesos y un piso de entre 32 y 36 pesos. Si el dólar supera el techo, el Central vendería divisas, si perfora el piso, saldría a comprar.

Es posible que esta decisión no esté volcada en los textos del acuerdo próximo a anunciarse. Y que se trate de un acuerdo "de palabra" que haya sido aceptado por el Fondo, que no simpatiza con este mecanismo.

Los movimientos de los últimos días indicarían que para el mercado la corrida cambiaria que arrancó en abril habría llegado a su fin.

En el Banco Central piensan parecido. El jueves por la tarde, la cúpula de la entidad monetaria

se reunió con un grupo de agentes de Bolsa, administradores de fondos comunes de inversión y aseguradoras. Allí, Caputo explicó que de él dependen los aspectos monetario y cambiario del acuerdo con el FMI, en tanto el frente fiscal está en manos de Economía.

A los invitados les quedó la sensación de que con el nuevo acuerdo con el FMI, el Central encontró un equilibrio, y que ahora se puede comenzar a pensar en el mediano y largo plazo.

Para justificar que el tipo de cambio alcanzó el equilibrio, Caputo señaló la mejor situación fiscal y la fuerte contracción del déficit de cuenta corriente, es decir el rojo que se produce porque se gastan más dólares que los que ingresan. Un ejemplo de esto es el desplome de los gastos de los turistas argentinos en el exterior. Abundan en que, además, se está observando una caída en la demanda de divisas para dolarizar carteras del público en general.

El otro dato objetivo que les permite suponer el fin de la corrida cambiaria es el fuerte ingreso de dólares que se produjo en la semana para comprar Letras en pesos. Ayer las reservas del Banco Central crecieron en al menos 700 millones de dólares por ese motivo.

El acuerdo con el FMI, en tiempo de descuento


Según adelantaron desde distintos medios nacionales el acuerdo con el FMI podría cerrarse mientras el presidente Mauricio Macri permanezca en Nueva York para asistir a la Asamblea Anual de las Naciones Unidas. Y se podría estar anunciando entre martes o miércoles.

Además, el FMI expandiría el crédito stand by y aportaría entre 15.000 y 20.000 millones adicionales. Blindaría los vencimientos de deuda de este año y el que viene con desembolsos, tal como solicitó el Gobierno.

La inminencia de los anuncios hizo subir en los últimos días la cotización de los bonos argentinos y bajar el riesgo país. Además, fondos de inversión del exterior regresaron a los activos en pesos e ingresaron entre U$S 900 y 1.000 millones.

El dólar bajó más de $2 en la semana


El dólar profundizó ayer su camino hacia la baja y cerró en $38,16 para la venta. De esta forma, acumuló durante la semana una caída de $2,35 centavos y trajo un poco de tranquilidad al Gobierno.

El jueves, el dólar ya había cedido a $38,97, en lo que fue una jornada volátil, con un incremento en la oferta de divisas y tras la licitación de Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos. Precisamente, este aumento en la oferta permitió que la moneda cediera sin necesidad de intervención por parte del Banco Central (BCRA).

En lo que va de la semana, la divisa estadounidense cayó 5,8% en la semana. El billete oficial anotó ayer su tercera merma consecutiva al ceder más de 80 centavos, en bancos y agencias de cambio de la city porteña.

En el Banco Nación, el dólar cerró ayer a 37,80 pesos para la venta. El jueves pasado había cerrado en 38,80, registrando entonces una baja de 1 peso.

En el mercado mayorista, la divisa estadounidense se desplomó $1,05 (-2,7%) a $37,15, por ventas privadas de dólares -y sin intervención oficial- , ante inversores alentados por altas tasas en pesos tras las recientes licitaciones de Lecap y Lebac, y a la espera de otro acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que beneficie a las arcas del país, y contemple cierta estabilización del tipo de cambio. El total operado en la fecha ascendió a U$S 583,7 millones.

En el mercado informal, el blue retrocedió 75 centavos a $38,25, según el relevamiento de este medio en cuevas del microcentro porteño. A su vez, el "contado con liqui" se hundió 86 centavos a $37,31.


Cae el riesgo país
 

El riesgo país de Argentina cayó ayer por debajo de las 600 unidades, su nivel más bajo desde inicios de agosto, alentado por un mejor clima inversor a la espera del acuerdo del país con el FMI. El referencial elaborado por el banco JP Morgan cayó 11 unidades a 590 puntos básicos.