A once días de la desaparición de Lian Gael Flores Soraide, de 5 años, la fiscal federal de Bell Ville, María Virginia Miguel Carmona, informó que los operativos en la denominada “zona cero” han finalizado sin hallazgos que permitan determinar el paradero del menor. Las tareas incluyeron excavaciones, inspecciones con georadares y el uso de perros rastreadores, pero no se encontraron indicios de su presencia en el predio donde fue visto por última vez.

La desaparición ocurrió el pasado 22 de febrero en la localidad de Ballesteros Sud, Córdoba, cuando el niño jugaba en el patio de su casa. Desde entonces, más de 300 personas han participado en la búsqueda, incluyendo agentes de la Policía de Córdoba, Gendarmería, Bomberos y equipos especializados en rastreo. Pese a los esfuerzos, la investigación no ha logrado avances determinantes.

Las autoridades mantienen un secreto de sumario para evitar alertar a posibles responsables y afectar la investigación. Sin embargo, una de las líneas de investigación contempla la posibilidad de un secuestro extorsivo, aunque no se han dado a conocer detalles sobre pruebas concretas que respalden esta hipótesis.

Según explicó la fiscal Miguel Carmona, los rastrillajes en la “zona cero” se realizaron con tecnología avanzada y equipos especializados. “Lo último fue remover los ladrillos de la parte de arriba para que se formaran chimeneas y, en caso de que hubiese algo oculto allí, emanara olor y los perros lo detectaran. Lamentablemente, no hemos detectado la presencia de Lian, en la hipótesis de su fallecimiento”, afirmó la funcionaria judicial en declaraciones a la prensa.

El operativo incluyó la remoción de cuatro montículos de tierra, cubiertos con lonas blancas, y la inspección de seis hornos de ladrillos en el predio donde reside la familia del menor. Estos procedimientos se realizaron con el uso de maquinaria pesada, georadares y perros rastreadores, en un intento por descartar la posibilidad de que el niño haya sido ocultado en la zona. “El trabajo aquí en el predio ha finalizado”, confirmó la fiscal.

Uno de los testimonios clave en la investigación es el de Marcelino, quien declaró ante la justicia que el sábado 22 de febrero, alrededor de las 14:00, vio una camioneta blanca ingresar y salir de la zona. “El sábado trabajamos hasta las 13:30, después fuimos hasta nuestro ranchito a descansar. Cuando estábamos descansando, pasó una chata blanca, pero no puedo decir qué modelo era ni su patente”, afirmó el testigo en declaraciones publicadas por El Trece.

Esta versión coincide con la de otro testigo, Raúl, quien también afirmó haber visto un vehículo similar el mismo día de la desaparición. Como parte de la investigación, las autoridades han secuestrado seis camionetas de características similares y han sumado recientemente dos vehículos más para ser peritados.