El Gobierno derogó el marco jurídico que regulaba la venta y distribución de diarios y revistas en la vía pública. La medida, oficializada mediante la publicación del decreto 629/2025 en el Boletín Oficial, busca eliminar restricciones al comercio y promover la libre competencia en línea con las políticas de desregulación del actual Gobierno.
El decreto firmado por el presidente Javier Milei permite que los puestos de diarios puedan operar como puntos de servicio de correo postal, lo que amplía su alcance operativo y les brinda nuevas oportunidades de negocio. Para ello, deberán registrarse como operadores postales ante el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) o firmar un acuerdo con una empresa postal ya autorizada.
De esta manera, la nueva normativa ordena: “Disolver el Registro Nacional de Vendedores y Distribuidores de Diarios y Revistas, creado por el Decreto Nº 1025/00 y su modificatorio, en el que deben registrarse los titulares del derecho de parada, de reparto y de las líneas de distribución y su zona de influencia”.
Nuevos servicios y oportunidades para los kioscos
Con esta reforma, los puestos de diario ahora podrán gestionar una amplia gama de productos y documentos, tales como:
- Correspondencia general.
- Paquetería y papelería.
- Servicios de guarda y depósito.
- Entrega de productos comprados a través del comercio electrónico.
- Distribución de tarjetas de crédito y débito.
- Entrega de Documentos de Identidad y pasaportes.
La decisión se fundamenta en la desregulación del servicio postal formalizada en noviembre del año anterior. Este cambio promueve la libre circulación de bienes y servicios en el país, fomentando la competitividad y la eficiencia en la logística de distribución, especialmente en el contexto del crecimiento del comercio electrónico.
Los cambios implementados en el servicio postal
La oficialización del Decreto 1005/2024 generó una serie de cambios para simplificar el acceso a este mercado, reducir las barreras burocráticas y fomentar la digitalización en los procesos de envíos. Esta reforma permitió la operación de despachos postales de hasta 50 kilogramos, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, y habilitó a operadores postales a gestionar envíos con mayor libertad y menos exigencias administrativas.
De acuerdo con los lineamientos del decreto, la desregulación impulsó un entorno de mayor competencia y participación en el mercado postal. En aquel momento, el Enacom asumió la función de fiscalizar el cumplimiento de los nuevos parámetros y garantizar la supervisión de los servicios, bajo estándares más flexibles que los vigentes hasta el momento.
Para el comercio exterior, la medida representó la posibilidad de facilitar la logística de última milla y la distribución de paquetes y mercaderías de menor volumen. Esta flexibilización resultó significativa en el contexto actual del e-commerce y la demanda de cadenas de suministro más rápidas y eficientes. La apertura del mercado favoreció la incorporación de nuevos operadores, generó un abanico más amplio de ofertas.
La reforma también incorporó la digitalización de procedimientos en fases clave del servicio postal, como la verificación remota de identidad a través del Registro Nacional de las Personas (ReNaPer), lo que contribuye a mejorar la trazabilidad, reducir tiempos y optimizar la gestión de los envíos.

