Este viernes, el empresario Eduardo Kovalivker, principal accionista de la droguería Suizo Argentina, se presentó junto a su abogado, Martín Magram, en los tribunales federales de Comodoro Py para cumplir con la orden de requisa dispuesta por el fiscal Franco Picardi en relación a la investigación por presuntas coimas en la compra de medicamentos para la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Allí entregó su teléfono celular para ser sometido a pericias.

La causa se inició tras la difusión de audios atribuidos al exdirector de ANDIS, Diego Spagnuolo, en los que se describía una supuesta red de sobornos y se mencionaba directamente a la empresa de la familia Kovalivker. El expediente está a cargo del juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi.

El arribo de Kovalivker a la fiscalía se produjo en paralelo a una nueva serie de allanamientos y requisas en sedes del organismo ANDIS y en instalaciones de Suizo Argentina, realizados por la Policía de la Ciudad.

En declaraciones públicas, el empresario —quien recientemente se retiró de la gestión para dedicarse a la escritura— afirmó que confía en que la investigación “permita ordenar el escándalo mediático” que rodea a su empresa, y defendió que ésta “está en orden”.

La fiscalía también investiga a los hijos del empresario —Jonathan y Emmanuel Kovalivker— quienes ya habían sido citados. Ambos entregaron sus teléfonos, pero no facilitaron las claves de acceso, lo que dificulta la extracción de datos pese a los esfuerzos de la Justicia.

En paralelo, la justicia ordenó medidas cautelares como el bloqueo de acceso a las cajas de seguridad de los investigados, para preservar pruebas. Esto forma parte del avance de la investigación, que ya realizó múltiples allanamientos y secuestros de documentación, computadoras y dispositivos electrónicos clave.