Que el Banco Central no está interviniendo para sostener el precio del dólar barato -que los economistas traducen o definen como retraso cambiario-. Que la acumulación de reservas va bien aunque no se alcanzó la meta comprometida con el FMI en ese sentido. Y que el déficit de cuenta corriente no preocupa y que es normal y hasta beneficioso para la economía. Con estos argumentos el Gobierno salió ayer a minimizar los alertas sobre la falta de dólares que sufren las arcas del Estado. Pero que la salida de dólares sea crónicamente superior a la entrada de divisas no es un problema que se puede sostener desde el relato por mucho tiempo y abre interrogantes sobre si está bajo riesgo el plan del Gobierno: sin cepo, con fuerte demanda de dólares para viajes al exterior y fuerte crecimiento de las importaciones.
En el primer trimestre de 2025, Argentina enfrentó un déficit de cuenta corriente de u$s5.191 millones, una cifra que supera ampliamente los u$s2.700 millones proyectados para todo el año en el reciente acuerdo con el FMI.
Según estimaciones del Gobierno, el “rojo” de divisas podría alcanzar entre u$s14.000 y u$s15.000 millones hacia diciembre, quintuplicando la previsión inicial y representando cerca del 2% del Producto Bruto Interno (PBI), cinco veces más que el 0,4% contemplado en el pacto con el FMI.
De acuerdo con la Balanza de Pagos publicada esta semana por el Indec, el sector de ‘viajes’ fue el principal responsable del desbalance, con un déficit de u$s3.464 millones entre enero y marzo. Este resultado refleja un tipo de cambio atrasado, que alcanzó mínimos históricos desde la convertibilidad, incentivando el turismo al extranjero. Otros sectores con saldos negativos destacados incluyen el complejo automotriz, afectado por un aumento en las importaciones, con un déficit de u$s1.415 millones, y los servicios de transporte, con un ‘rojo’ de u$s867 millones.
Frente a este escenario, el ministro de Economía, Luis Caputo y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, salieron a explicar la postura de la administración libertaria frente al rojo que existe en las cuentas externas.
Aseguraron que hubo un adelantamiento de importaciones ante los rumores de una crisis tras la salida del cepo.
Caputo aseguró que el dato no los sorprendió, todo lo contrario. Aseguraron que era una cifra totalmente esperable. ‘Es sano y razonable’, manifestó. Francos, por su parte, manifestó que el Gobierno “sigue atentamente” el déficit de dólares que hay en las cuentas externas, aunque al mismo tiempo descartó que se vaya a aplicar una devaluación. “Lo seguimos atentamente, pero lo vemos como el resultado de un cambio importante en la política. Primero, hay libertad de cambio y dentro de las bandas el dólar se mueve libremente’, analizó Francos en diálogo con Radio Mitre.
Ambos funcionarios buscaron relativizar que la cifra en el déficit externo encienda alarmas en el Estado. “Es absolutamente es esperable y razonable para un país que estaba descapitalizado, donde la inversión crece al 31,8%. Obviamente que iba a pasar eso, es totalmente esperable, pero además el dato puntual del primer trimestre vino influido por el hacerles creer a todos que si salíamos del cepo se venia una estampida en el dólar, entonces muchos importadores adelantaron importaciones”, puntualizó el ministro de Economía.
> El jefe de Gabinete niega devaluación
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos sostuvo: “La Argentina estaba descapitalizada y una gran parte de esos dólares que salieron son para importar bienes de capital. Si tenemos una economía que crece en orden de 6% claramente ese crecimiento demanda inversiones y las inversiones en bienes de capital son parte de esos dólares que han salido del país”, agregó. Sobre la posibilidad de una devaluación, enfatizó: “hay varios sectores de la economía que esperarían una acción del Gobierno para devaluar el peso, pero eso no va a pasar”.

