Cuando su vocero, Manuel Adorni, ganó las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires, relegando al kirchnerismo y al propio PRO en su único bastión electoral, Javier Milei se sentía tocado por las ‘fuerzas del cielo’.
Estaba envalentonado para superar el desafío electoral de medio término -el 26 de octubre- para sumar bancas en el Congreso para consolidar el modelo de transformación con el achique del Estado como prioridad.
Pero antes tiene otro desafío que puede empezar a dirimir el éxito o fracaso del Gobierno libertario y el futuro político del Presidente: las elecciones legislativas de este domingo 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país, cuna y bastión del peronismo.
En estos comicios se renovarán las bancas de 46 diputados en cuatro secciones electorales, mientras que los 23 senadores que se eligen se votarán en los cuatro secciones electorales restantes.
El peronismo tendrá un fuerte desafió electoral porque pondrá en juego 19 de sus 37 bancas en Diputados y 10 de las 21 en el Senado.
La alianza entre La Libertad Avanza y el PRO pondrá en juego 13 de sus 26 bancas -la mayoría corresponde al macrismo- en diputados y cinco de sus 13 escaños en el Senado.
Pero nadie está pensando ahora en estos datos de la elección ya que Javier Milei presentó la batalla en la Provincia como la oportunidad para proclamar el fin del kirchnerismo, tanto que su lema de campaña fue “Kirchnersimo Nunca Más”.
Y hasta hace pocos días el Presidente se atrevía a soñar con un triunfo a domicilio que dejara nocaut al gobernador Axel Kicillof en su proyecto presidencial 2027.
Sin embargo, en medio de una furiosa campaña estalló el escándalo de las coimas y se dio vuelta la torta.
El kircherismo, cuyos principales gestores y allegados enfrentan múltiples causas y condenas por corrupción, copó la parada. Todos metieron el dedo en la llaga y salió pus.
El índice de aprobación del Presidente que ya estaba en declive, lo que los politólogos atribuyen a las medidas de ajuste, se sumó otro índice que preocupa al Presidente:
su popularidad cayó al 39% en agosto, según una encuesta de Trespuntozero realizada tras la difusión de las denuncias de corrupción, el nivel más bajo registrado para Milei hasta la fecha, una caída desde el 48% registrado en julio.
Esto abrió un escenario que no deja margen para especular con un resultado certero, igual tendrá impacto en octubre.
Un triunfo del peronismo implicará que está vivo para pelear la Presidencia en 2027. Y si este es amplio, aumentará la debilidad del Gobierno a niveles delicados.
Si hoy ya es difícil gestionar con casi toda la oposición en contra, un mensaje castigo de las urnas puede ser un camino sin retorno.
En el entorno de Javier Milei ya no se animan a especular con un triunfo y cruzan los dedos para que si tienen que convivir con la derrota sea por poco.
Perder por 3 o 4 puntos todavía le da margen a La Libertad Avanza para “jugar” con el número de bancas que podría sumar y afirmar que se hizo una buena elección a pesar de la “opereta con los audios” y todo el despliegue infernal del aparato peronista.
Según como sea el desempeño en las urnas se podrá ver o no hoy al Presidente en el búnker libertario, aunque tratándose de Milei nunca se sabe.
En la vereda de enfrente, si hay triunfo, habrá festejo extendido. La foto de Kicillof arrogándose la autoría de un eventual triunfo del PJ, dará la vuelta al mundo, lo prondrá en carrera hacia rumbo al 2027 y puede que el impacto político lleve a terapia intensiva la actual crisis de los mercados.
Ese sería el peor escenario para Milei. Un triunfo de LLA rompería todos los análisis. La oposición tendría que barajar y empezar de cero.
Los números de la elección
- Este domingo están habilitadas para votar en la Provincia de Buenos Aires 14.376.592 personas en 41.189 mesas en todo el distrito electoral. Poco más de un millón integran el padrón de extranjeros.
- Se elegirán 23 senadores y 46 diputados provinciales, 1097 concejales y 401 consejeros escolares. En todas las boletas habrá 22.019 candidatos entre los titulares y suplentes para los cargos.
- 34.778 efectivos de seguridad controlarán las elecciones. 28.778 son de la policía bonaerense y los seis mil restantes de fuerzas federales del gobierno nacional de Prefectura Naval, Gendarmería Nacional y Policía Federal.
- La Junta decidió que sea a partir de las 21 horas o “cuando se encuentre cargado un porcentaje representativo que supere al menos el 30% de las mesas escrutadas en cada una de las secciones electorales” se comenzará a cargar los resultados.

