En medio de las dudas por la estabilidad de la economía frente a la volatilidad del precio de dólar, que ayer obligó a la intervención del Tesoro, industriales presentaron ayer, en el marco de la celebración del Día de la Industria, un “decálogo del nuevo contrato productivo” que sienta las bases propuestas para lograr un desarrollo federal, en medio de la preocupación por el nivel de actividad.

El documento consta de un preámbulo y 10 puntos en los cuales se convoca a los diferentes sectores de la vida pública a apoyar “la estabilidad macroeconómica” y el respeto por la institucionalidad y el diálogo público-privado.

En la reunión mensual de Junta Directiva que se realizó ayer en la provincia de Córdoba con la participación de cerca de 100 dirigentes de todo el país, el presidente de la UIA, Martín Rappallini, compartió un avance del Nuevo Contrato Productivo que se presentó más tarde en el marco del Día de la Industria.

El Nuevo Contrato Productivo se organiza alrededor de diez principios rectores: institucionalidad y relación público-privada; orden macroeconómico; competitividad sistémica; exportaciones e inserción internacional; desarrollo federal, equilibrado e integrado; modernización laboral; financiamiento productivo; inversión en infraestructura y logística; capacitación, innovación y tecnología; compromiso con la ética y la sustentabilidad.

La presentación se realizó durante el 17° Coloquio Industrial organizado por la Unión Industrial de Córdoba (UIC) y ya unas 80 entidades socias de la UIA hicieron llegar su adhesión a este documento.

En el encuentro de ayer, los representantes regionales y sectoriales manifestaron su preocupación por el nivel de actividad económica. En este sentido, reiteraron la necesidad de crear líneas de crédito que ayuden a mantener la producción y el empleo. Además, valoraron el ordenamiento macroeconómico y el equilibrio fiscal que ha logrado el gobierno nacional, pero señalaron que deben estar acompañados de políticas que potencien las cadenas de valor, informó la UIA en un comunicado.

Los dirigentes coincidieron en la necesidad del acceso a financiamiento para capital de trabajo, especialmente para las PyMIs industriales, en un contexto de costos crecientes. Además, resaltaron la necesidad de eliminar los derechos de exportación a la industria y ampliar los reintegros a las exportaciones de valor agregado MOI y alimentos elaborados.

Asimismo, hubo preocupación por el contrabando y la informalidad que vienen golpeando al sector formal de la economía, debido a la competencia desleal que generan. Por este motivo, la UIA tuvo una reunión por este tema con la secretaria de Seguridad, Alejandra Monteoliva, y el director nacional de Operaciones y Despliegue Territorial, Martín Culatto.

El documento no hace mención expresa a la defensa del superávit fiscal tal cual sostiene el discurso del presidente, Javier Milei, quien quiere enviar al Congreso un proyecto de ley para prohibir los presupuestos deficitarios. Los puntos son los siguientes:

1. Institucionalidad y relación público-privada

El desarrollo productivo requiere un marco institucional sólido, basado en la seguridad jurídica, el respeto a los contratos y la devoción al orden democrático, la división de poderes y las instituciones republicanas. Es fundamental un diálogo fluido entre el Estado y el sector privado, que permita diseñar y sostener políticas industriales de largo plazo, basadas en la confianza mutua y la previsibilidad.

2. Orden macroeconómico

La estabilidad macroeconómica, la baja inflación, el orden de las cuentas públicas y externas, la transparencia del Estado y su eficiencia operativa son condiciones esenciales para generar confianza, atraer inversiones y generar un entorno favorable al desarrollo industrial y al bienestar social.

3. Competitividad sistémica

La industria argentina forma parte del sector transable de la economía: compite a diario con productos de otros países en calidad y precio. Por eso, es imprescindible nivelar las condiciones de competencia y eliminar la informalidad para reducir la competencia desleal. El compromiso con la competitividad sistémica debe abordar de manera integral el llamado “costo argentino estructural” , que incluye factores como un sistema impositivo distorsivo y de elevada presión fiscal, infraestructura deficiente, financiamiento escaso y costoso, sobrecostos logísticos, marcos regulatorios complejos y brechas en la formación de capital humano, entre otros. Argentina tiene la oportunidad de consolidar su desarrollo industrial y fortalecer la competitividad económica mediante inversiones estratégicas en energía y su infraestructura’.

4. Exportación e inserción internacional

‘La integración al mundo debe ser una herramienta para el desarrollo, la atracción de la inversión y la generación de empleo y divisas. Necesitamos fortalecer el Mercosur y generar acuerdos comerciales estratégicos con mercados clave que abran oportunidades para nuestras exportaciones. También es esencial eliminar impuestos distorsivos a las exportaciones, devolver tributos internos y asegurar condiciones simétricas de competencia frente a otros países. La política comercial debe estar al servicio de la producción, con esquemas ágiles y reglas que eviten efectos no deseados’.

5. Desarrollo federal, equilibrado e integrado

‘La industrialización debe ser un proyecto federal. Ninguna región ni sector puede desarrollarse de manera aislada. El futuro requiere una visión integradora que fortalezca las cadenas de valor y las economías regionales. Se necesitan políticas públicas que potencien las capacidades productivas de cada región y reduzcan las asimetrías que actualmente existen’.

6. Modernización laboral

‘Es imprescindible adaptar la legislación laboral a los desafíos del siglo XXI, reducir la litigiosidad, disminuir las cargas no salariales, promover la formalización y favorecer el aumento de la productividad interna de las empresas, dentro del marco del respeto a los derechos de los trabajadores’.

7. Financiamiento productivo

‘La inversión industrial requiere acceso al crédito de largo plazo. Es crítico contar con instrumentos financieros accesibles para las empresas industriales en general y especialmente adecuados para las PyMEs, que permitan sostener procesos de transformación productiva, modernización tecnológica y generación de empleo’.

8. Inversión en infraestructura y logística

La mejora de la conectividad física es clave para la competitividad. Necesitamos obras estratégicas que reduzcan costos logísticos, integren territorios y faciliten el acceso a mercados internos y externos. También es fundamental fortalecer los servicios públicos esenciales que condicionan el desarrollo territorial y social.

9. Capacitación, innovación y tecnología

El documento remarca que el conocimiento es hoy un factor insustituible para la competitividad. “Debemos invertir en educación técnica, formación continua y vinculación permanente entre universidades y fábricas”. Además, subraya la necesidad de incentivar la innovación y la adopción tecnológica en los procesos productivos.

La UIA sostiene que “la educación técnica, la ciencia y la tecnología son pilares de la industria, ya no del futuro, sino del presente”. Según el decálogo, esa vinculación con el sistema educativo es indispensable para aumentar el valor agregado y favorecer la inclusión laboral.

10. Compromiso con la ética y la sustentabilidad

La UIA plantea un principio vinculado a la responsabilidad social empresaria, el desarrollo social, la ética empresarial y cuidado del medio ambiente. El texto incluye además un llamado a la transparencia institucional, al diálogo intergeneracional y a la formación de jóvenes dirigentes y empresarios. Estos ejes son presentados como bases de una Argentina industrial moderna, orientada hacia la sustentabilidad y la ética en los negocios.

> La crisis de la industria en cifras

De cara a este 2 de septiembre de 2025, Día de la Industria, el Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPA) hizo un informe sobre la “situación crítica en la que se encuentran las industrias manufactureras argentinas. En 2024 la industria registró una caída interanual promedio del 8,8%, y en lo que va de 2025 acumula, hasta junio, una nueva contracción del 3,0% respecto del promedio de 2024.

En junio, la Utilización de la Capacidad Instalada industrial fue 58,8%. Este guarismo se encuentra 14,3% por debajo del nivel de junio 2023.

Entre noviembre de 2023 y mayo de 2025, se perdieron 39.016 puestos de trabajo registrados en unidades productivas industriales (-3,2%) y 1.482 industria manufactureras.

La industria enfrenta además un “aluvión de importaciones de bienes de consumo”. En julio de 2025, las importaciones de bienes de consumo alcanzaron los US$ 959 millones, con un promedio mensual de US$ 890 millones en lo que va del año, lo que implicó un aumento del 33,7% respecto del mismo período de 2023.

La industria manufacturera argentina explica un tercio del PBI argentino, una quinta parte del empleo registrado privado del país, mantiene salarios que superan en un 15% la media del empleo registrado.