En el Coloquio Industrial de Córdoba, ante más de 900 empresarios y autoridades nacionales y provinciales, Martín Rappallini presentó la propuesta y le entregó el documento al jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Guillermo Francos. La iniciativa busca la coordinación entre el Estado, la sociedad y el sector privado para construir una industria más moderna, federal, competitiva y sostenible.
La Unión Industrial Argentina presentó el Decálogo del Nuevo Contrato Productivo en Córdoba, durante el 17° Coloquio Industrial de Córdoba, en el marco de la celebración del Día de la Industria. El evento tuvo lugar en el Centro de Convenciones de Córdoba, bajo el lema “Competir, invertir, integrar: el tridente del desarrollo”, y contó con la presencia de más de 900 empresarios y funcionarios del gobierno nacional y provincial.
En el panel de apertura, participaron el presidente de la UIA, Martín Rappallini, el presidente de la Unión Industrial de Córdoba, Luis Macario, el jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Guillermo Francos, y el gobernador de la provincia de Córdoba, Martín Llaryora. Durante el acto, Rappallini entregó a Francos un
conjunto de 10 principios para fortalecer la competitividad de la industria argentina a través de un compromiso entre el sector privado, el Estado en sus tres
jurisdicciones y la sociedad. El documento, firmado por todos los socios regionales y sectoriales de la UIA y la mayor parte de sus socios adherentes y adheridos, incluye aspectos clave para lograr competitividad: relación público-privada, orden macroeconómico, inserción internacional, desarrollo federal, modernización laboral, financiamiento, infraestructura, innovación y sustentabilidad.
“Tenemos que discutir seriamente qué significa que un país tenga una verdadera política industrial. Para nosotros, tener política productiva es todo lo que el Estado
—y también la sociedad— hacen para generar la competitividad de las empresas industriales en el mundo. Esa es la base: dar a la industria las condiciones para
competir globalmente”, sostuvo Rappallini y agregó: “Nuestro desafío es ser cada vez más competitivos puertas adentro de nuestras fábricas; pero, para lograrlo,
necesitamos un Estado que asuma su rol en la definición de políticas productivas que generen las condiciones adecuadas”.
Luego de celebrar el Día de la Industria en Córdoba, la Unión Industrial Argentina viajará a Mendoza y Santiago del Estero, como parte de su agenda federal y su compromiso por mejorar la competitividad de la industria argentina.
La UIA viene reafirmando la importancia de fortalecer una agenda industrial renovada y federal, centrada en la generación de valor, el empleo de calidad, la integración territorial, la mejora continua de la competitividad y la inserción internacional.
Para ellos propone 5 ejes fundamentales para reducir el costo argentino: reforma tributaria, que debe simplificar cargas y eliminar distorsiones para favorecer la inversión y el empleo formal; modernización laboral, orientada a generar inclusión y marcos flexibles con visión de futuro; inversiones en infraestructura, imprescindibles para reducir costos y conectar regiones productivas; financiamiento productivo, que debe ser accesible y previsible para fortalecer pymes e industrias innovadoras; y educación técnica, verdadero motor de la industria, capaz de articular la formación con las demandas productivas y potenciar talento y competitividad.
Los 10 principios del Decálogo
1. Institucionalidad y vínculo público-privado
El desarrollo productivo requiere un marco institucional sólido, basado en la seguridad jurídica, el respeto a los contratos y la devoción al orden democrático, la división de poderes y las instituciones republicanas. Es fundamental un diálogo fluido entre el Estado y el sector privado, que permita diseñar y sostener políticas industriales de largo plazo, basadas en la confianza mutua y la previsibilidad.
2- Orden macroeconómico
El desarrollo productivo requiere un marco institucional sólido, basado en la seguridad jurídica, el respeto, los contratos y la devoción al orden democrático, la división de poderes y las instituciones republicanas. Es fundamental un diálogo fluido entre el Estado y el sector privado, que permita diseñar y sostener políticas industriales de largo plazo, basadas en la confianza mutua y la previsibilidad.
3- Competitividad sistémica
La industria argentina forma parte del sector transable de la economía: compite a diario con productos de otros países en calidad y precio. Por eso, es imprescindible nivelar las condiciones de competencia y eliminar la informalidad para reducir la competencia desleal. El compromiso con la competitividad sistémica debe abordar de manera integral el llamado “costo argentino estructural”, que incluye factores como un sistema impositivo distorsivo y de elevada presión fiscal, infraestructura deficiente, financiamiento escaso y costoso, sobrecostos logísticos, marcos regulatorios complejos y brechas en la formación de capital humano, entre otros.
Argentina tiene la oportunidad de consolidar su desarrollo industrial y fortalecer la competitividad económica mediante inversiones estratégicas en energía y su infraestructura.
4- Exportación e inserción internacional
La integración al mundo debe ser una herramienta para el desarrollo, la atracción de la inversión y la generación de empleo y divisas. Necesitamos fortalecer el Mercosur y generar acuerdos comerciales estratégicos con mercados clave que abran oportunidades para nuestras exportaciones. También es esencial eliminar impuestos distorsivos a las exportaciones, devolver tributos internos y asegurar condiciones simétricas de competencia frente a otros países. La política
comercial debe estar al servicio de la producción, con esquemas ágiles y reglas que eviten efectos no deseados.
5-Desarrollo federal, equilibrado e integrado
La industrialización debe ser un proyecto federal. Ninguna región ni sector puede desarrollarse de manera aislada. El futuro requiere una visión integradora que fortalezca las cadenas de valor y las economías regionales. Se necesitan políticas públicas que potencien las capacidades productivas de cada región y reduzcan las asimetrías que actualmente existen.
6- Modernización laboral
Es imprescindible adaptar la legislación laboral a los desafíos del siglo XXI, reducir la litigiosidad, disminuir las cargas no salariales, promover la formalización y favorecer el aumento de la productividad interna de las empresas, dentro del marco del respeto a los derechos de los trabajadores.
7- Financiamiento productivo
La inversión industrial requiere acceso al crédito de largo plazo. Es crítico contar con instrumentos financieros accesibles para las empresas industriales en general y especialmente adecuados para las PyMEs, que permitan sostener procesos de transformación productiva, modernización tecnológica y generación de empleo.
8-Inversión en infraestructura y logística
La mejora de la conectividad física es clave para la competitividad. Necesitamos obras estratégicas que reduzcan costos logísticos, integren territorios y faciliten el acceso a mercados internos y externos. También es fundamental fortalecer los servicios públicos esenciales que condicionan el desarrollo territorial y social.
9-Capacitación, innovación y tecnología
En un mundo donde el conocimiento pasó a ser un atributo insustituible para la competitividad, debemos invertir en educación técnica, formación continua y vinculación permanente entre universidades y fábricas. Es fundamental incentivar la innovación y la adopción de tecnología en procesos productivos para aumentar el valor agregado y la inclusión laboral. La educación técnica, la ciencia y la tecnología son pilares de la industria, ya no del futuro, sino del presente.
10- Compromiso con la ética y la sustentabilidad
Promovemos una industria responsable, comprometida con el ambiente, el desarrollo social y la ética empresarial. La transparencia institucional, el diálogo intergeneracional y la formación de jóvenes dirigentes y empresarios son pilares de una Argentina industrial moderna

