El Ministerio de Salud anunció “un profundo cambio en el proceso de convalidación de títulos extranjeros”, luego de que más de un centenar de médicos quedaran bajo la sospecha de haber hecho trampa en su examen de ingreso a las residencias médicas y tras una segunda evaluación ninguno de los 117 aspirantes pudiera revalidar su nota.
El ministro de Salud, Mario Lugones, se refirió a los resultados del segundo examen de residencias médicas, en los que ninguno de los 117 aspirantes pudo revalidar su nota, 109 de ellos con títulos convalidados de universidades extranjeras, y subrayó que “defender el mérito es garantizar la calidad médica”.
“Los resultados son más que claros: ninguno de los médicos que debían revalidar la nota obtenida en el examen de ingreso a residencias pudieron hacerlo”, afirmó Lugones. El funcionario detalló que, de los 141 convocados originalmente por sospechas de fraude, 117 obtuvieron notas mucho más bajas en la segunda evaluación y 24 aspirantes directamente no se presentaron.
“Con esta medida, evitamos que 141 personas —133 de ellas extranjeras— ocupen lugares privilegiados en la orden de mérito que no les correspondía”, sentenció el ministro.
Lugones defendió la rigurosidad del sistema de selección y señaló que “en Medicina, el ingreso se gana con conocimiento y esfuerzo. Detrás de cada guardia, diagnóstico y urgencia, hay vidas en juego”. “Por eso cuidamos que quienes ingresen al sistema estén preparados de verdad”, concluyó.
En virtud de lo expuesto, la Subsecretaria de Politicas Universitarias del Ministerio de Capital Humano anunció que “a partir de ahora, únicamente se otorgarán convalidaciones directas a aquellas titulaciones que hayan acreditado el estándar de calidad que otorga la Federación Mundial de Educación Médica (WFME, por sus siglas en inglés)”.
Se trata de un aval que poseen tanto los títulos argentinos como los de países como EEUU, España, Italia y Alemania, entre otros. “Esto es un acto de justicia para con los estudiantes que con gran esfuerzo obtienen sus títulos superando la enorme exigencia académica que requiere la medicina y adoptan nuestras universidades”, indicó la cartera que conduce Sandra Petovello.
El Ministerio de Salud había decidido realizar un análisis de notas, promedios académicos y antecedentes institucionales y determinó que aquellos que alcanzaron más de 86 puntos en la primera evaluación sin poder respaldarlo con su historial estudiantil debían volver a presentarse para garantizar la transparencia del proceso.
