Señor director:


El adulto mayor está siendo discriminado cuando se le exige usar recursos informáticos tales como la computadora y el celular, para realizar gestiones bancarias, trámites en reparticiones públicas y hasta poder estacionar su vehículo en el microcentro de la ciudad. Además de tratarse de una generación que creció, se educó y se desempeñó laboralmente sin contar con esos elementos, se ve entrampado por estas exigencias. Se suma a esto, las limitaciones visuales y motrices para operar estos aparatos. Creo que organismos tales como INADI, creados para vigilar la inclusión social, debieran tomar cartas en el asunto.



Daniel Horacio Marino   DNI 7.948.283