Señor director:


Desde hace un tiempo a esta parte aparecieron distintos vendedores ambulantes que utilizan altavoces para llamar la atención de los potenciales clientes. No digo que esté mal esta acción; pero tampoco me parece bien que se haga a plena siesta cuando muchas personas desean descansar un rato o bien hay en casa bebés como también personas enfermas a quienes les hace daño el sonido tan elevado que los altera. En ese sentido, creo que al menos, podrían bajar el volumen y hacer el voceo de sus mercaderías en un horario más conveniente para todos, como a media mañana o por la tarde. Lo bueno de todo es que haya personas que apuestan por el trabajo para salir adelante. Lo bueno a corregir es el sonido de los parlantes para cuidar a niños, ancianos y personas enfermas.

Leonor Fernández
DNI 5.275.277