Señor director:

Esta festividad tradicional con folclore religioso, denominada "Fiesta de la Tirana", relumbra la actividad socio – cultural para los promesantes en Iquique, al Norte de Chile. La tradición dice que esta celebración se hace desde que el desierto era un manto sagrado teñido con la policromía por dentro y fuera. El ambiente se hace danza y oración.

Cuenta la historia que Ñusta Huillac, hija de un sacerdote del sol, es rehén en la expedición rumbo a Chile. Es el otoño de 1536 y Diego de Almagro explora el espacio cordillerano. La columna es tan larga como las orillas del mar que desea alcanzar.

Ñusta huye para refugiarse en un oasis cercano y luego formar "resistencia" a todo ser extraño. Un minero portugués acaba con esta leyenda. El amor mutuo y espontáneo aparece desencadenando la tragedia. Más tarde, encuentran el sepulcro de los los enamorados. "Un bosque de flechas", según la leyenda, puso el final a la historia de amor. Sin embargo, el culto a la Pachamama prendió en el lugar que hoy lleva el recuerdo de la joven convertida al cristianismo por amor.

En 1910, Centenario de la Independencia de Chile, la Virgen del Carmen, patrona del Ejército de Chile, ocupó un lugar importante en la devoción. José María Caro Rodríguez, arzobispo, ponderó el aporte de las danzas para estas festividades de raíz andina.

Pero, habíamos quedado en que la andadura por el manto sagrado de la Virgen era otra cosa; es decir: otras cosas. Afortunadamente, la tecnología de la comunicación social nos la presentan: ordenadores y otros medios. Interenet, por supuesto, lleva la delantera. Los medios impresos hacen otro tanto. No pasan por alto las organizaciones dedicadas al folclore. Entre ellos los escribas de todos los tiempos.

Finalmente, la leyenda local habla de "Ño Corocho", un elquino que anduvo con la "sordada" y en la brega vio a la Carmelita. – ¡Vámonos hermanitos que la Virgen está con ellos! Escuchó el vecino de Las Minillas, quien vivió su vida al pie de la montaña Mamalluca.0