Señor director:

La angustia me embarga. Mi situación económica es delicada, como la de muchos ciudadanos. En ese contexto, al que le agregaría más detalles, siento miedo por las extorsiones cuando estaciono mi moto en un lugar gratuito, destinado por la Municipalidad para tal fin y aparece un "cuidador". Es más, la estacioné en el sector de calle Rivadavia sobre plaza Aberastain, justo enfrente del edificio municipal.

En esos momentos sentí emociones mezcladas como bronca, ira, angustia e impotencia. Es que que estas personas, no se les puede decir que no "cuiden" el vehículo, porque de lo contrario es posible que uno al regresar lo encuentre roto, con algún desperfecto o bien una o ambas ruedas pinchadas. Para colmo, no es cierto que cuiden el vehículo en cuestión.

Esto sucede en diferentes lugares, todos los días, incluso en las fiestas populares, donde cobran una suma determinada, como lo hacen las mafias de Buenos Aires y a quienes les llaman "trapitos".

No se puede permitir que se haga esta actividad ilegal con la excusa de que "no hay trabajo", según dijeron en distintos momentos, ciertos políticos populistas sanjuaninos. Los espacios públicos tienen que ser respetados e impedir estos atropellos.