Mientras son detenidas miles de personas que se manifiestan por la paz en Moscú, se ordenó cerrar la ONG Memorial, que defiende las libertades civiles, y se prohibió una obra clásica: "La guerra y la paz".
No serán pocos los lectores de DIARIO DE CUYO que alguna vez leyeron aquella historia considerada obra maestra de la literatura rusa, "La guerra y la paz" de León Tolstói (1828-1910), y entendida como un gran retrato de la sociedad rusa en la época de las guerras napoleónicas.
Es la historia de dos familias nobles rusas, los Bolkonska y los Rostov, ligadas por una figura importante, la del conde Pedro Bezuscov, a cuyo alrededor se tejen numerosas y complicadas peripecias. Las escenas discurren en palacios, en salones de San Petersburgo, en las cárceles de Moscú, pero en gran medida en los campos de batalla, como la campaña de los rusos en Prusia con la batalla de Austerlitz, también conocida como la de los "Tres Emperadores", y la campaña de los ejércitos franceses en Rusia, con la batalla de Borodinó donde se enfrentó la Francia del emperador Napoleón I y el ejército del zar Alejandro I de Rusia, en lo que se considera una de las más sangrientas batallas de las guerras napoleónicas con cerca de doscientos cincuenta mil hombres combatiendo.
DICOTOMÍA CON LA SOCIEDAD
Como escribe Juan Francisco Hernández en Praxis, "desde el título, Tolstoi trabaja con la antítesis. Guerra y paz son dos elementos que se excluyen. Una parte de la sociedad quiere la paz, pero los militares, comandados por los bélicos generales Napoleón I, líder de la Grande Armée, y Mijaíl Kutúzov, general de los ejércitos de Rusia, representan esa dicotomía con la sociedad. "Y el lenguaje utilizado en la obra es profundamente humano y lleno de compasión frente a lo peor de una guerra, las pérdidas de vidas humanas y lo que sufren sus familiares directos. Pero al presidente de Rusia, Vladimir Putin, y a su entorno, no les parece aconsejable que los ciudadanos de su país que no lo hayan hecho todavía, accedan a la adquisición en librerías o préstamo en bibliotecas de "La guerra y la paz".
Escrita entre 1865 y 1869 hoy sigue siendo un clásico de la literatura mundial, buscado por miles de lectores en todo el planeta y adaptado varias veces al cine, por ejemplo, en Italia, con un film dirigido por King Vidor y Audrey Hepburn como protagonista (1956), y en el Reino Unido, con formato de miniserie, con Anthony Hopkins, en 1972.
Gorvachov y Muratov, sostienen que esta ONG centró su labor durante décadas "en recuperar la memoria de cientos de miles de represaliados durante la era de Stalin e impedir que haya tragedias similares en el futuro" ya que en la actualidad "aumenta el peligro de nuevas represiones".
La disolución del importante organismo, según la agencia Télam, sigue la línea del cierre de medios de prensa independientes y del desmantelamiento del movimiento opositor del encarcelado dirigente político Alexey Navalny. Volviendo a Tolstói, otro de los aspectos admirados por sus connacionales es que, a pesar de haber nacido en el seno de una familia aristocrática, tras comprobar la contradicción de su vivir cotidiano con su ideología, decidió abandonar la vida cómoda y mezclarse hasta su muerte con los campesinos del pueblo de Yásnaia Poliana, donde nació.
- "La guerra y la paz"
La prohibición oficial del libro ha sido revelada por un importante personaje de aquel país, Nina L. Khruscheva, nada menos que bisnieta de uno los últimos líderes de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Nikita Kruschev, el primero que decidió condenar la masacre que representaron los años de José Stalin al frente de la ex URSS.
Paralelamente, y en medio de la guerra con Ucrania, la Corte Suprema rusa ordenó el cierre de la ONG Memorial, creada en 1989 por disidentes soviéticos, entre los más importantes, el Nobel de la Paz Andrei Sajarov, y conocida por su defensa de las libertades civiles, así como de prisioneros políticos y su papel de custodio de la historia de las víctimas del Gulag soviético.
El argumento para la disolución fue el de "violaciones sistemáticas a las leyes sobre agentes extranjeros".
Inmediatamente se conoció la reacción de dos premios Nobel de la Paz rusos, el ex presidente Mijail Gorvachov (1990) y el redactor jefe de Novaya Gazeta, Dimitri Muratov (1921), quienes instaron a la Fiscalía General a retirar su demanda contra la Memorial y resolver sus reclamaciones por la vía extrajudicial.
Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista
* Fuentes: "Nuevos Papeles", Juan Francisco Hernández, Praxis; Nina L. Khruscheva, en "Ñ", revista de Cultura Clarín; agencia Télam.
