Señor director:

El pasado 27 de noviembre se conmemoró el Día de la Virgen de la Medalla Milagrosa, celebración establecida por la Iglesia Católica en el año 1894, también conocida como la festividad de la Manifestación de la Inmaculada Virgen de la Medalla Milagrosa.

Esta fecha hace referencia al día que Catalina Labouré tuvo una visión de la Virgen María y su pedido de crear una medalla que sirva para enseñar a las personas los valores del catolicismo y prepararlas para recibir la gracia divina de Dios y cooperar con ella.

Catalina Labouré nació en Francia el 2 de mayo de 1806 y cuando tenía 14 años tomó conocimiento de las Hijas de la Caridad, una congregación católica que brindaba servicio a las personas de bajos recursos. A partir de este acercamiento con la religión católica, Labouré comenzó a tener sueños con mensajes de fe.

El 27 de noviembre de 1820, Labouré relató una aparición que tuvo de la Virgen María. Esta fue la segunda vez que presenciaba este tipo de visión. Contó que pudo observar su figura dentro de un marco oval con sus manos resplandecientes de rayos de luz.

En este episodio escuchó a la Virgen decir: "Es la imagen de las gracias que reparto sobre las personas que me las piden, es la imagen de las gracias de aquellos que se han olvidado de pedírmelas".

En estas visiones, Labouré pudo contemplar un círculo con doce estrellas, la letra M, una cruz y las figuras del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. A partir de esto la Virgen le solicitó que replicara estas imágenes en una medalla con la consigna: "Todos aquellos que porten la medalla recibirán grandes gracias". Es por ello que el Día de la Virgen de la Medalla Milagrosa es símbolo de humildad, esperanza y asistencia divina a aquellas personas devotas por el catolicismo.