Señor director:
La temporada de verano se vuelve tortuosa para todos los seres vivos, al menos en San Juan. Por tal motivo, como seres humanos que somos, debemos ser compasivos, en especial con los animales que no tienen hogar, que no están contenidos por el hombre. Me refiero en especial a los perros de la calle, que no tienen personas que los tengan a cargo. Eso nos debe llevar a dejar en las veredas de nuestros hogares, bajo la sombra de un árbol, agua fresca como en otro recipiente, alimento para que puedan nutrirse. Se trata de un acto de amor para seres indefensos que no tienen a nadie quien los cuide. Amemos a los animales.
Magdalena Abdala
DNI 16.931.748
