Señor director:
Enjuiciar a una persona que ostentó el cargo de presidenta de la Nación en dos oportunidades y una vez vicepresidente, no es una tarea fácil. En Argentina, durante mucho tiempo se cometieron delitos graves, como lo es “el quedarse con dinero del Estado”. Las innumerables pruebas expuestas, en su momento, por el fiscal Diego Luciani en la causa Vialidad, demostraron que la corruptela existió. Por lo cual se desprende que el fallo de la Corte Suprema se ajusta a derecho. Que quede claro: “Todo aquel funcionario, que ejerza un cargo público, debe desempeñar sus funciones con esmero, y eficiencia”. Y a los que se creen impunes y amigos de lo ajeno, sepan comprender “que el poder no es absoluto ni indefinido y tiene fecha de vencimiento”. Es de esperar que se acabe definitivamente la impunidad para quienes cometen actos de corrupción en el país, ya sea a nivel nacional como provinciales.
Hugo Modesto Izurdiaga
DNI 11.604.534
